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Un jugador entre dos aguas

"Nunca me gustó enfrentarme al Sporting", afirma Dani Borreguero, exrojiblanco y exjugador de la Ponferradina

Con el Sporting, ante Rubén Vega.

Hace casi 20 años que llegó a Gijón un pequeño centrocampista que había despuntado en el Elche y que aterrizó en Mareo para capitanear la medular rojiblanca. Dani Borreguero estuvo 4 temporadas en el Sporting, jugó 148 partidos y logró 11 goles. Tras Gijón, regresó a Alicante y se enroló en el Hércules. Después llegó Ponferrada y El Toralín, antes de volver a Asturias para jugar en el Colunga, el Gijón Industrial y el Llanera. Para el catalán, el partido de mañana es "especial y diferente".

"Con la Ponferradina me sentía raro y un poco extraño, no me sentía bien, no me gustaba jugar contra mis excompañeros, eran muchos los recuerdos que tenía de Gijón y la mayoría de ellos eran buenos", explica el exjugador. Borreguero solo ganó al Sporting una vez tras su marcha de Gijón, fue con el Hércules. Con la Ponfe, tres derrotas y un empate en cuatro partidos. "Los objetivos que teníamos en la Ponferradina eran muy distintos a los que había en Gijón. La Ponfe acababa de dar el salto a Segunda, eran palabras mayores, y el club era humilde y trabajador y lo hicieron tan bien que sacaron la cabeza de la Segunda B y han llegado a ser un club reconocido", afirma el excentrocampista.

Borreguero sigue viviendo en Gijón. Sus últimos coletazos como futbolista son recientes. El gusanillo del fútbol es difícil perderlo. Colgó las botas en el Llanera; "esta vez va en serio", dijo a sus 43 años cuando el pasado verano anunció su retirada. Pocos pueden decir haber jugado tanto y tan bien sobre el césped asturiano.

En El Bierzo saben también cómo se movía el centrocampista. Elegante, iba bien al corte, siempre encontraba a un compañero cercano, el pase al pie y la responsabilidad del veterano eran sus marcas de la casa.

"En Ponferrada tuvimos la mala suerte de descender, pero me sorprendió mucho la afición, lo que enganchó aquel equipo a la gente. Ahora, El Toralín es una pasada, tiene una afluencia muy grande, se vive el fútbol. La ciudad se ha enganchado mucho a la Ponfe, y eso para el futbolista es maravilloso. La alegría y la libertad que se vive en una ciudad tan pequeña como Ponferrada es inmensa. Que el Sporting visite El Toralín o que lo hagan el Depor o Las Palmas es un acontecimiento para la ciudad", explica Borreguero.

El exjugador sigue el día a día de ambos equipos. "La Ponfe ha ido de más a menos y los de Djukic están sacando ahora la cabeza del pozo. El del sábado será un partido muy reñido, como todos los de Segunda", dice Borreguero antes de un encuentro en el que ambos equipos se juegan mucho.

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