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Mareona por Quini

Cerca de 2.000 seguidores rojiblancos acompañan al Sporting en El Toralín l "Aún hay tiempo para todo", dicen pese a la derrota

Mareona por Quini P. A.

El Sporting engancha. Y en la distancia mucho más. Con el mono de ver jugar a los rojiblancos se plantó ayer en Ponferrada Juan Pablo Chouseiro, un lenense que está trabajando en la localidad inglesa de Scunthorpe. "Fuera se pasa mal y se sufre mucho, pero prácticamente como en Asturias", explica Chouseiro, que acudió ayer a El Toralín junto a sus amigos Pablo y Pedro Requejo, Jesús Manuel Fernández y Diego Varela. "Allí se vive mucho el fútbol, más que aquí, tengo que intentar hacer del Sporting a alguien de allí", afirmó.

Unos 2.000 seguidores rojiblancos integraron ayer La Mareona en El Toralín. Coparon todo el fondo sur los que obtuvieron la entrada en Gijón. Pero hubo otros repartidos por otras zonas del campo, algo parecido a lo que sucedió en Santander hace quince días. "Hay que ganar por Quini, y además, si lo haces, sigues en la pelea por intentar subir", comentó a la hora del vermú Argelio Cernuda, que se muestra optimista para el tramo final del equipo. "Aún hay un tiempo para todo, pase lo que pase hoy", decía antes del choque.

Dos días después del segundo aniverario de la muerte de Quini, el Sporting jugó en Ponferrada, una visita con apenas tres lustros de vida para los rojiblancos, pero que gusta a La Mareona. "Entre las pocas cosas buenas que dan el paso por segundo está poder venir a sitios así que te acogen muy bien", apuntaron un grupo de aficionados, en la víspera del partido. Porque Ponferrada recibió a lo grande al Sporting. En la plaza del Ayuntamiento, a mediodía, actuó el grupo gijonés "Blues & Decker". Allí, tres centenares de seguidores rojiblancos fueron contagiándose poco a poco del ambiente de fútbol y comentando su visión de lo que podían encontrarse. "Está todo muy apretado, tenemos un gran medio del campo, con mucha calidad, hay que creer aún", apuntó Javi Hortal, de la Peña Joaquín de Sariego, que mostró su miedo por un aspecto que después se confirmó. "Tenemos muchas bajas en defensa, no sé si lo acusaremos", subrayó.

En Ponferrada estuvo Ana Corte, junto a su padre Manolo, la aficionada de 15 años que esta misma semana escribió una carta a LA NUEVA ESPAÑA para contar el disgusto que se llevó ella y toda su familia por el fallecimiento de Quini. Al club lo representaron el presidente Javier Fernández, el vicepresidente Javier Martínez, el responsable de relaciones institucionales Joaquín Alonso y el director deportivo Miguel Torrecilla. También lo presenciaron en directo otros trabajadores de la entidad como Pepe Acebal, Rogelio García o Lorena Castro, la hija de Quini, en una semana muy emotiva para toda su familia.

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