Diego Mariño, uno de los capitanes del Sporting, valora el confinamiento y la decisión del vestuario de recortar su salario para evitar las consecuencias de un posible ERTE sobre otros trabajadores del club con sueldos más modestos que el de los futbolistas. "Era nuestro momento de dar un paso adelante, arrimar el hombro y ayudar en estos momentos difíciles. No hubo ni una oposición. Fue fácil y rápido. Era lo que tocaba por el bien del Sporting y por los trabajadores que se dejan la piel por el club y por nosotros", subraya el vigués. Partidario de que la Liga se retome porque sería "injusto que terminara así", también transmite que los jugadores están dispuesto a sacrificar vacaciones abriendo la puerta a que la competición se extienda hasta julio o agosto.

-¿Cómo se encuentra?

-Se va llevando bastante bien dentro de lo que se puede. Este primer mes se ha pasado bien. Se va haciendo cada día un poco más pesado, pero dentro de lo malo, no lo estamos llevando tan mal. Hay que adaptarse a lo que está sucediendo, tratando de que el tiempo pase lo más rápido posible. Mi hija demanda mucho tiempo y así se me pasan un poco más rápido los días.

-Futbolistas del primer equipo, director deportivo y directiva han acordado bajarse el sueldo.

-Era el momento en el que había que hacerlo. Era bueno para el club como para sus trabajadores. Era nuestro momento de dar un paso adelante, arrimar el hombro y ayudar en estos momentos difíciles. Era la mejor manera de hacerlo. Así lo decidimos. No hubo ni una oposición. Fue fácil y rápido. Era lo que tocaba por el bien del Sporting y por los trabajadores que se dejan la piel por el club y por nosotros. Era el momento de devolverle ese trato. Desde el primer momento le trasladamos al club que lo más importante eran los trabajadores. Al final, entre todos, tanto club como plantilla, llegamos a un acuerdo para ayudarles.

-¿En qué fecha creen que volverán a entrenarse en Mareo?

-No podemos pensar en fechas. De un día para otro todo cambia y no podemos poner una fecha en mente. Hay que esperar a ver cómo evoluciona todo. Ahora es absurdo hablar de fechas o hacer cábalas de cuándo se podrá volver.

-¿Qué método sigue de entrenamiento ante la singularidad de ser portero?

-No hay nada que pueda hacer diferente a lo que hacemos todos: correr en la cinta, ejercicios de gimnasio y un poco todas las pautas que nos manda Fran (Albert). No puedo focalizar en nada transferido a la portería. No puedo tirarme en casa, o que me tiren balones. Trato de hacer lo mismo que el resto de mis compañeros. No podemos pensar en mejorar, hay que pensar en no empeorar y volver en condiciones de empezar a prepararse el primer día de la vuelta a los entrenamientos.

-¿Volverá la competición?

-Creo que se debería acabar y creo que puede haber tiempo para que se acabe. Todo el mundo tiene en la cabeza que seguramente en junio, julio o agosto estemos acabando la Liga. Ojalá sea así. A corto plazo parece difícil, pero queda tiempo. Todos los jugadores vamos en esa dirección porque sería injusto que se acabara así. Todos pondremos de nuestra parte para que se acabe. Creo que nadie va a poner pegas en que así sea. También es cierto de que si esto se demora mucho, con confinamiento hasta julio o agosto, habría que pensarse que no se pudiera acabar, pero hay tiempo. No habría problema por no tener vacaciones.

-¿Cómo cree que se reanudará la Liga?

-A mí me gustaría jugar a puerta abierta y con normalidad, pero el sentido común me dice que lo más factible es que se tenga que jugar a puerta cerrada.

-¿Qué es lo más difícil de recuperar en un parón como este deportivamente hablando?

-El ritmo y el tono físico. Por mucho que nos entrenemos, no es lo mismo que hacerlo en un campo de fútbol. Necesitaremos 15 o 20 días para recuperarlo todo. Es lo que más se va a notar y el equipo que antes lo gane será el mejor. Será diferencial. Para un portero, lo difícil es la chispa, la explosividad que ganas en el campo tirándote, levantándote, reaccionando. Es en lo que tendremos que incidir más cuando volvamos a entrenarnos.

-¿Cuánto tiempo necesitarán para volver recuperar el tono?

-Quince días puede ser un poco justo. Tres semanas estaría bien. No es lo mismo que cuando llegas en verano. Ahora no entrenamos tan fuerte, pero sí estamos activos. Ese tiempo de volver a la normalidad es menor respecto a un periodo de vacaciones. Ahora no pasaremos de 0 a 100, como puede pasar cuando vuelves del verano.

-¿Cómo y dónde se ve deportiva y personalmente dentro de un año?

-No tengo ni idea. Espero que sea en el Sporting y compitiendo con normalidad. No puedo ponerme en otro escenario. Ahora es difícil pensar en el futuro. Que esto pase cuanto antes, todo el mundo se cure y de aquí a un año estemos con la normalidad que nos falta ahora.

-¿Qué le parece tener que concentrarse en Mareo dentro de protocolo marcado por la Liga?

-No me parece ni malo ni bueno, me parece necesario. Es algo lógico, como puede ser una pretemporada normal todos los años. Sería volver a eso. Es normal estar todos juntos. Habrá unos protocolos marcados, normas estrictas y será lo que tengamos que hacer.

-¿Influye más a un portero o a un jugador de campo este parón?

-Quizá a los porteros nos afecte un poco más. Todo lo que podamos hacer en casa, nunca va a ser ni parecido al entrenamiento normal. Tengo muchas ganas de volver y cuando vuelva voy a comerme el verde. Rápidamente se cogerá el ritmo y la onda.

-¿Cómo explica a su hija pequeña que no se puede salir a la calle o ir al parque?

-Explicarlo es sencillo, lo difícil es conseguirlo. Nosotros le dijimos que fuera había mucha gente malita y que no podíamos salir. Lo va aceptando. Ya llevamos un mes y cada día se le hace más difícil, pero para eso estamos los padres, para entretener. No nos podemos quejar porque lo lleva muy bien.