Sin oportunidad de viajar a La Coruña por las medidas sanitarias, la Mareona se las ingenió para apoyar al Sporting hasta el límite. La peña sportinguista Vegadeo protagonizó ayer el que fue el último aliento al equipo rojiblanco en tierras asturianas. Un centenar de sus socios, incluido César Álvarez, alcalde de Vegadeo, se distribuyeron a lo largo de los 800 metros previos al puente de los Santos, el mismo que sobre la ría del Eo marca la frontera con Galicia. "Ha vuelto la ilusión y la esperanza. Vamos a ver si el fútbol nos acompaña en Riazor y vemos al equipo arriba en este final de Liga", afirma Alejandro Murias, presidente de la peña Vegadeo.
Bengalas, tracas de petardos y algún volador anunció el paso de los dos autocares en los que la expedición del Sporting se dividió en su desplazamiento por carretera a Galicia. "Aminoraron la velocidad, dieron luces y nos pitaron", comenta Alejandro Murias, satisfecho del cariñoso gesto protagonizado por su peña en tiempos en los que la pandemia ha dejado a los aficionados sin acceso a los campos de fútbol. "Nosotros teníamos previsto viajar a La Coruña antes de que todo esto sucediera", comenta sobre su habitual presencia en todos los encuentros que disputa el conjunto rojiblanco en Riazor. No pudo ser en esta ocasión, pero no faltaron ideas alternativas.
"Aquí la gente es la leche", explica sobre cómo empezó a gestarse el poder animar al equipo en pleno viaje a La Coruña respetando las medidas sanitarias. "Nos volveremos a reunir para ver el partido en nuestra sede, el bar El Ferial. Ya hay habilitadas dos teles para no formar aglomeraciones y, como siempre que juegan en ese horario, haremos merienda", detalla. No son los únicos en ingeniárselas para hacer del fútbol algo lo más parecido posible a estar en un campo. La peña La 1905 está citada en el parque Isabel La Católica de Gijón para ver el encuentro en un bar junto a El Molinón. Bares y salones de casa se preparan para convertirse en la nueva grada sportinguista.
