Djukic cumplió con lo previsto e introdujo seis modificaciones en el once. Unai Medina y Cordero entraron en la defensa por Marc Valiente y Damián; Pedro Díaz y Cristian Salvador relevaron en el doble pivote a Javi Fuego y Pedro Díaz; Aitor García accedió a la banda izquierda por Carmona; y Djuka hizo de punta por Álvaro Vázquez. La fórmula le salió bien a Djukic. El Sporting aceptó la invitación del Almería a llevar el peso del partido desde el inicio. Cómodo, bien situado, los rojiblancos asumieron la posesión. Y aunque el primer aviso fue del Almería, con un central lateral que Darwin Núñez no fue capaz de rematar, enseguida llegó la réplica con un disparo lejano desviado de Pedro Díaz.
El Sporting aprovechó la debilidad del Almería, pero le faltó creer más. Cuando más olía a sangre el rival, los gijoneses les faltó ser un punto más fieros, para rematar a su presa. Manu García asumió más protagonismo, pero le faltó buscar la resolución en los dos disparos que tuvo desde fuera del área peligrosos. Uno de ellos se produjo por culpa de un error entre los zagueros del Almería le dejó el balón al mediapunta ovetense, que se entretuvo a la hora de buscar el disparo, y fue detenido después por el meta rival. Y a Djuka le faltó ir con más fe al rechace después.
Fue el primer aviso, porque unos instantes después ni Babin ni Cristian Salvador fueron capaces de rematar un buen centro lateral de Pedro Díaz. Sucedió en el ecuador de la primera mitad, en los momentos más débiles del Almería, que los rojiblancos no supieron aprovechar.
El paso por los vestuarios dejó de inicio la ocasión más clara para los de Djukic. Una falta sobre Aitor en la frontal, lanzada por Pedro Díaz, se estrelló en el poste, cuando el meta andaluz ya estaba batido.
Por muy poco no se coló un balón que podría haber cambiado el partido, y que sirvió al Almería para despertar. Pero Mariño estaba preparado para hacer frente al arreón del rival, con una buena mano en un disparo lateral. El VAR acudió entonces al rescate de los rojiblancos, cuando señaló una falta de Balliu a Aitor García, que López Toca no había señalado, en una jugada que finalizó con una asistencia a Villalba, que batió a Mariño.
Ahí el partido se rompió. La ventaja que no supo aprovechar el Sporting en el tramo inicial le podía pasar factura. El partido pudo decantarse entonces del lado local, pero Mariño apareció para frenar un remate de cabeza de Darwin Núñez y un derechazo de Petrovic. Y a los visitantes les llegó una ocasión de oro, con un saque largo de Mariño, peinado de cabeza por Pablo Pérez, y que acabó en las botas de Álvaro Vázquez, que solo ante el meta del Almería definió mal al intentar elevar el balón y su tiro se fue demasiado alto.
El Almería, experto en marcar en las segundas partes, sacó petróleo de una jugada sin mucho peligro, en un centro lateral en el que encontró a De la Hoz, que llegó desde la segunda línea y aprovechó el despiste de la zaga del Sporting para adelantarse a Molinero. Un mazazo del que no se sobrepuso el Sporting, que pidió penalti sobre Carmona, por una patada de Petrovic en el descuento, pero el VAR no lo consideró.
