Dejando a un lado los primeros partidos de la temporada, con diferencias mínimas y saltos continuos en la clasificación, el mal de altura le ha afectado al Sporting en hasta cuatro ocasiones, la última el pasado miércoles en Almería. Las veces que tuvo a un paso el asalto a las seis primeras plazas, que nunca han sido ocupadas por los gijoneses este curso, llegó un fracaso. Una historia que se repite, y que en los Juegos Mediterráneos pudo suponer además el adiós a las aspiraciones de los rojiblancos de pelear por el ascenso.
Las matemáticas aún dicen que existe margen, pero la irregularidad del equipo, y la falta de firmeza en el momento clave, provocan que ni siquiera una imagen notable en Almería -sin botín en forma de puntos- haya cambiado la tónica del Sporting este curso. Quedan puntos y cinco partidos, pero al conjunto entrenado por Djukic ya no le queda margen de error.
A la espera de que hoy termine la jornada, con el partido entre Girona y Zaragoza, el Sporting desaprovechó en Almería la oportunidad para reducir la distancia de tres puntos con la sexta plaza y meterse de lleno en la pelea.
Precisamente, después de golear a los andaluces en la primera vuelta en El Molinón, con un 4-2 en la novena jornada, la distancia se redujo a dos puntos con la sexta plaza, pero el Sporting cayó primero en Fuenlabrada y después con el Alcorcón, en la primera crisis sobre la continuidad de José Alberto.