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FÚTBOL | SEGUNDA DIVISIÓN

A Djukic se le acaba el tiempo en el Sporting

El serbio tiene en la promoción el último aval para poder agarrarse a continuar en el banquillo l El perfil buscado por Javi Rico choca con el del técnico, marcado por el derbi y la falta de reacción

Djukic, durante un entrenamiento del Sporting. JULIÁN RUS

"Si entramos en promoción, alguno tendrá que aguantarme". La frase de Miroslav Djukic al término del partido ante el Lugo fue el grito de un entrenador amenazado y un mensaje a sus detractores, de dentro y de fuera. Las palabras del técnico del Sporting arrastraron más significado que la conocida cláusula que le permitirá renovar un año más si el equipo se logra clasificar entre los seis primeros a final de temporada. El serbio es consciente de que en el momento en el que debería palpar signos que inviten a poder continuar se ha encontrado silencios. El empate ante el Girona, con la promoción a cinco puntos a falta de doce por disputarse, aleja tanto la promoción como la oportunidad de que pueda continuar en el puesto.

El acuerdo para acabar la temporada. Miroslav Djukic trasladó su intención de acabar la temporada en el banquillo del Sporting más allá del 30 de junio, la fecha marcada inicialmente para el final de su contrato. Lo dejó claro desde el primer día en el que el equipo regresó a la actividad en Mareo y así se lo hizo saber al director deportivo, Javi Rico. A la hora de oficializar esa continuidad en el cargo, lo que podría servir como un acercamiento acabó clarificando las intenciones ante el nuevo responsable en la dirección deportiva: la renovación pasaba por acabar entre los seis primeros, sin añadidos.

El desgaste del derbi. La imagen ofrecida por el Sporting en el derbi restó crédito a la candidatura de Djukic para continuar en el banquillo. El encuentro ante el conjunto azul, señalado por muchas más cosas que la necesidad de conseguir la victoria para aspirar a pelear por el ascenso, acabó siendo una decepción a nivel de juego, propuesta y, por supuesto, resultado. La primera parte vista en Vallecas, en la que el equipo apenas enlazó tres pases seguidos, fue otra de las señales de alarma sobre la idoneidad de mantener a Djukic.

Filosofía contradictoria a la nueva idea. Javi Rico apostó desde su primera rueda de prensa por una filosofía para el nuevo Sporting que extendía al trabajo del entrenador del primer equipo. La idea se resumió en dar presencia a jugadores de la casa en el primer equipo y crecer a partir de ello. Djukic tiene a su favor haber sido el técnico con el que Pedro Díaz ha encontrado la estabilidad y sus mejores minutos en el primer equipo. Un argumento recurrente en el discurso del serbio que, sin embargo, se contrarresta a la hora de medir las oportunidades de otros jugadores por los que el director deportivo ha dejado clara su apuesta. La falta de minutos de Gragera o Bertín tras la pandemia, especialmente del primero, ha sorprendido. Djukic sabe que se la está jugando y aplica su idea en la búsqueda del resultado inmediato, algo que casa poco con dar minutos a los menos expertos.

Falta de reacción. En el Sporting se reconoce a Djukic la mejoría experimentada por el equipo en relación a los resultados conseguidos por su antecesor, José Alberto López. Una mejora que, en todo caso, no ha acabado de convencer ni se valora como suficiente para ser merecedor de continuar en el banquillo. La continuidad del serbio se ve como un caso que puede asemejarse a la decisión que se tomó justo un año atrás con José Alberto, cuando tampoco se consiguió acabar entre los seis primeros. En contra del serbio juegan aspectos como el excesivo conservadurismo en determinados momentos. La falta de iniciativa para dar un vuelco a los partidos en decisiones donde se ve directamente la mano del entrenador, como en los cambios, arma que sufrió en sus propias carnes el conjunto rojiblanco durante el derbi, es otro de los aspectos que han jugado en su contra durante estas últimas semanas.

El relevo de la dirección deportiva. Djukic se ha quedado en medio de la que es probablemente la renovación más importante de los últimos tres años en el Sporting: la salida de Miguel Torrecilla y la llegada de Javi Rico a la dirección deportiva. Un giro que ha cambiado totalmente el punto de vista tanto de métodos de trabajo, como de la gente que debe asumir determinados puestos de responsabilidad. El serbio fue el entrenador elegido por Miguel Torrecilla para suceder a José Alberto, fichaje que se cerró casi al mismo tiempo en el que el salmantino trasladó su dimisión en el cargo, rechazada por el consejo de administración. Al nuevo director deportivo no le ha temblado el pulso para realizar una profunda renovación de las categorías inferiores del club. El perfil de entrenador con el que llegó en la cabeza tiene poco que ver con el de Djukic.

La candidatura de Muñiz. Juan Ramón López Muñiz renovó su candidatura a regresar al Sporting desde el momento en el que Javi Rico asumió la dirección deportiva. En contra del gijonés jugaba su negativa dada al club meses antes, el pasado noviembre, algo que no sentó demasiado bien en el consejo de administración. El nombre de Muñiz volvió a ocupar papel preponderante para la próxima temporada si Djukic no lograba el objetivo. El fichaje del gijonés por el Alavés, inicialmente hasta final de temporada pero con muchas opciones de que vaya a ir más allá, cierra esa puerta por el momento. El presumible recorte del presupuesto con el que contará el club reduce la nómina de posibles.

La remontada posible. Los números dan a Djukic la oportunidad de alcanzar la renovación. Necesita sumar cuatro victorias consecutivas, algo que no sucede desde de la temporada pasada, con José Alberto.

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