La candidatura del Sporting a los puestos de promoción se agotó ayer en Albacete. Los rojiblancos malgastaron un gol de Aitor en la primera parte y la mejor versión de Manu García para ceder un empate que convierte las tres últimas jornadas en casi un trámite, con el play-off a cinco puntos y el descenso, a seis. En una segunda parte marcada por la falta de ambición, la furia de Zozulia igualó el encuentro y destapó lo que lleva semanas intuyéndose, invitando a Javi Rico a iniciar la reconstrucción de un equipo que ha dejado pasar una de las temporadas más baratas para colarse en promoción.
El Sporting se vio ganador al descanso y el Albacete sacó un punto a su atrevido inicio. El once local fue toda una declaración de intenciones. Pedro Sánchez, habitual medio derecha, partió de lateral y Maikel Mesa acompañó en la medular a Barri para dotar de mayor llegada a un ataque con el combativo Zozulia como referencia. La propuesta caló en unos primeros minutos de dominio manchego. Sufrió el Sporting, con amarilla incluida a Pedro Díaz a los dos minutos de juego por una entrada, precisamente, sobre Roman Zozulia. El ucraniano fue un dolor de cabeza durante todo el partido. Cada centro lateral anunciaba peligro en el área rojiblanca. El Albacete pudo adelantarse pasado el cuarto de hora con un duro disparo abajo de Pedro Sánchez repelido por la manopla de Mariño, cuyo rechace lo cazó Chema Núñez. El atacante del Albacete, muy escorado, buscó puerta casi sin ángulo estrellando la pelota en el palo. Salió vivo el Sporting y respondió en la siguiente.
La velocidad del reaparecido Aitor García, una de las seis novedades previstas en el once, resucitó el contragolpe permitiendo estirase a un equipo víctima habitual de sus embotellamientos anteriores. Djuka bajó un balón en largo para dejarla de cara a Manu García, arquitecto del pase con campo por delante. El rojiblanco volvió a brillar a lo hora de asociar tiempo y desmarque aliado. Metió un balón perfecto para la carrera de Aitor a la espalda de Pedro Sánchez. Medio gol. El de Gibraleón fabricó el resto. Aguantó lo justo en la salida de Brazao para colarla con la zurda, con fino giro de tobillo. El tanto del "Pishishi", como el protagonista bromeaba en su despertar goleador en la primera vuelta y que le coloca ya a la cabeza de artilleros del equipo con siete tantos, dato altamente significativo, pudo hacer el segundo dos minutos más tarde. El Sporting recuperaba el control.
Brazao mantuvo vivos a los manchegos
Pedro Díaz, con un duro disparo lejano, acabó de inclinar el campo hacia la portería rival en el anuncio de la sentencia que nunca llegó. Manu García, en otro precioso inicio de jugada dibujado desde la escuadra y cartabón escondidos en el interior de la pierna diestra del ovetense, encontró el hueco en el otro costado, el defendido por Fran García. La asistencia aceleró en este caso la llegada hasta línea de fondo de Unai Medina, quien mejoró la acción con un centro tenso y raso al segundo palo que volvió a encontrar la zurda de Aitor a la espalda del reconvertido lateral Pedro Sánchez, ausente en defensa. De lado a lado, el gol parecía cuestión de empujar y el Albacete olía la lona. El remate del "Pishishi", al primer toque, lo adivinó Brazao, héroe junto a Zozulia del resurgir manchego. La primera parte murió en una doble oportunidad de Djurdjevic anuladas, ambas, por fuera de juego -con Manu García nuevamente por medio para asistir al serbio- y un aviso de Zozulia, capaz de convertir un saque de banda en ocasión con un cabeceo que se fue lamiendo el palo.
La segunda parte devolvió protagonismo rojiblanco con una falta lanzada por Pedro Díaz con Brazao nuevamente impecable. Le siguió otra acción liderada por Manu García para encontrar autopistas en la agujereada línea defensiva del Albacete. Aitor García, beneficiario habitual de sus pases, no acertó a encontrar portería. En esos diez minutos, el Sporting pareció confiarse en tener encaminado un triunfo que el resultado no daba para relajarse. Lo demostró el gol anulado a Zozulia en el 62, por apretado fuera de juego, y después de aprovechar una pérdida de Cristian Salvador, cuyas dudas llevaban minutos mostrando la necesidad de un cambio que no llegó en todo el partido. Iba a tocar sufrir. Y de qué manera.
Un robo de Manu García dio una nueva opción en ataque al Sporting, acabando otra vez malgastada. Djurdjevic pisó área, renunciando a armar el remate por estar el balón perfilado para su pierna izquierda, la menos buena. Fue la imagen de la renuncia a una victoria que sí quería Zozulia, quien a los dos minutos reapareció para firmar la igualada y embotellar en su área a los de Djukic. El exrojiblanco Álvaro Jiménez centró desde la derecha para el cabeceo limpio, entre Molinero y Babin, del ucraniano. A partir de ahí fue el capítulo final del descalabro de un proyecto, con Djukic haciendo tarde y con sentido defensivo unos cambios que olvidaban la necesidad de victoria; Aitor expulsado y Molinero encarándose, también tarde, al hombre que reflejó la importancia de la ambición.
