Mañana, sin nada en juego, el Sporting pone el broche la temporada. Como hace un curso los rojiblancos llegan a la última jornada sin opciones de pelear por entrar en el play-off. Pero el mazazo de perder en Extremadura, ante un equipo ya descendido, y con una imagen pobre, provoca que el Sporting tenga dos alicientes para la despedida. La primera misión es curar su orgullo, herido tras un mal partido, y tras una reprimenda del propio entrenador rojiblanco. "Llevar este escudo es sagrado, la imagen fue bochornosa, tenemos que borrarla como sea", advirtió Djukic de cara al partido de mañana en El Molinón ante el Huesca.

Y corregir esa mala apariencia no es el único objetivo. También intentar no situarse a la cola de las clasificacione del Sporting en Segunda en las últimas dos décadas. Desde que el Sporting descendió en 1998, solo en la temporada 2002-2003 los rojiblancos acabaron con menos puntos (53) que los 54 de ahora, en un curso que empezó Pepe Acebal de entrenador y lo acabó Maceda.

El Sporting, ganando al Huesca, puede superar los registros de las temporadas 2012-2013 -con Manolo Sánchez Murias y Sandoval de técnicos-; el de la 2006-2007 -con Preciado de técnico- en el que el equipo se salvó casi al final en un partido agónico contra el Numancia, después de empezar la temporada en la zona alta; y el de la 2005-2006, la de Ciriaco Cano en el banquillo, en medio del proceso concursal, con un bloque plagado de jugadores del filial que compitió dignamente. En todos esos casos el Sporting acabó la temporada con 56 puntos.

Además ganando al Huesca se podría igualar el registro de puntos de la 2004-2005, cuando los rojiblancos hicieron 57 en el segundo año de Marcelino, tras haberse escapado el ascenso la temporada anterior. Lejos quedan los 82 puntos del último ascenso, la cifra más alta en este tiemp del Sporting.