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"Ahora es cuando hay que apoyar", dicen los primeros abonados del Sporting en renovar

"Igual este año toca por fin subir y nos sale gratis el carné en Primera"

Tomás García, en la cola de ayer para renovar el abono del Sporting. J. RUS

El langreano Manuel Pareja, a pesar del calor, 28 grados de temperatura, y con un sol plomizo, no se lo pensó y dos horas antes de abrir las taquillas ya esperaba con ansia para sacar su abono. "Nunca dudé en renovar; puede estar mal gestionado el club, pero la entidad siempre está por encima. Soy del Sporting y tengo claro que quiero seguir viniendo a El Molinón", explicaba este seguidor que ya lleva doce años de socio. Una veintena más aguardaban en la cola cuando se abrieron las taquillas. El goteo de seguidores fue constante. Y eso que ayer solo podían acudir los que eligieron la opción "A": renunciar a una compensación de dinero por la temporada anterior. "El dinero lo di a la Fundación, es testimonial, y veo más ventajas con esta medida. Soy del Sporting, iba a renovar sí o sí, así que cuanto antes mejor", dijo el gijonés Isma Costales, que ya lleva 27 años de abonado.

A su lado, un amigo, el joven Daniel da Silva, de Langreo, no duda en seguir ligado a la entidad en un año especial para él. "Aunque me voy a ir de Erasmus a Gales algún partido veré y con esta opción tenemos prioridad para acudir, aunque no sé cuando nos tocará", señaló.

Unos metros más atrás, el popular aficionado Tomás García, que acude siempre a recibir al equipo al aeropuerto, prolongó su vinculación con el club de su vida. "Soy sportinguista y ahora es cuando hay que apoyar. El club necesita de nosotros, criticar es muy fácil y apoyar, muy difícil. Pero se necesita que arrimemos el hombro", cuenta este aficionado.

La temporada no fue buena para el Sporting. Por cuarto año consecutivo el club rojiblanco tendrá que jugar en Segunda, pero eso no frena el optimismo. "Igual este año tocar por fin subir y nos sale gratis el abono en Primera", coincidieron en señalar los primeros seguidores de la cola, cobijados bajo la sombra de los árboles situados frente a las taquillas.

"Por temas de trabajo, antes no podía ser socio y ahora que me hice no quiero perder mi asiento. Hay que creer en que haremos un buen año y subiremos. La única duda es saber cuándo nos dejarán venir", explica Tony Fonteciella, de Arriondas.

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