Diego Mariño es, sin duda, uno de los jugadores del Sporting con mejor cartel. El gallego es uno de los mejores porteros de la categoría y lleva dos temporadas sobresaliendo sobre sus compañeros. Ello hace que haya más de un equipo, alguno de ellos de categoría superior, que un año más haya puesto su mirada sobre él. Sin embargo, como han confirmado fuentes del entorno del jugador, al meta rojiblanco todavía no le ha llegado, en este atípico mercado de fichajes, ninguna oferta en firme. "Cuando lleguen, se lo haremos saber al equipo, nos sentaremos y veremos qué es mejor para ambos", confirman estas mismas fuentes.

De ser así, en caso de que el Sporting reciba una buena oferta por Mariño, todo parece indicar que el jugador dejará de formar parte de la disciplina rojiblanca. De hecho, ya antes incluso de finalizar la temporada regular, fuentes del club habían dejado claro a LA NUEVA ESPAÑA que el meta era uno de los jugadores a los que se les iba a colgar el cartel de "transferible", como uno de los jugadores a los que más rendimiento económico podría sacar de la plantilla -tras la última renovación, hasta 2023, el jugador tiene una cláusula de rescisión de 7 millones de euros-. Más aún en una situación como la actual, con muchas dificultades para fichar y con problemas por el tope salarial.

El jugador es completamente consciente de esa situación, y así lo expresó ayer en rueda de prensa. "Soy muy feliz aquí, estoy muy a gusto, todo el mundo me trata increíble y aquí lo tengo todo", enfatizó el guardameta, "ojalá pueda seguir aquí este año, el siguiente y muchos más".

No obstante, en un mercado "tan cambiante y atípico" como este, Mariño ve "entendible" que el club escuche ofertas por él ya que "no es el mejor momento para el Sporting ni para ningún club" al no saber con qué ingresos reales contará el próximo año. "El mercado puede estar abierto para cualquiera dependiendo de las necesidades del club", explicitó, "hay gente que piensa en quedarse y puede acabar saliendo y gente que quiera salir y tenga que quedarse".

Sin embargo, Mariño -como reafirma su entorno- está "muy centrado" en el Sporting. Su posible salida, "es algo que no me quita el sueño, lo que tenga que venir, vendrá. Ya se verá y analizará en el que caso de que llegue", incidiendo en que "me veo en el Sporting, ojalá este año y muchos más, pero eso no quita que las situaciones de mercado lleven a otra cosa".

Con todo, Mariño quiso dejar ayer claro que "quedarme no es dar un paso atrás, sino que lo haré con la misma ilusión de siempre o incluso más, estamos muy motivados para resarcirnos tras dos años malos, para poder hacer cosas bonitas e importantes con este club".

Aun con todo, Mariño asume que "en un principio, candidatos al ascenso no vamos a ser". Para cambiar esta situación, el equipo tiene que aprender de los errores cometidos el año pasado. "Nos faltó regularidad, no encadenábamos dos partidos buenos seguidos y cuando bajamos el pistón éramos muy vulnerables", explica Mariño; "pero el equipo demostró que cuando hacía las cosas bien, era regular y jugaba cada partido como si fuese el último, era capaz de ganarle a cualquiera". Y añade: "Si conseguimos engranar todo eso y ser más constantes y regulares, no sé hasta donde nos dará, pero podremos pelear contra cualquiera".

Mariño también valoró los primeros entrenamientos a las órdenes del nuevo equipo técnico encabezado por David Gallego. "Desprenden muchísima ilusión y ganas que nos transmiten día a día, en cada entrenamiento", explica el meta, "quieren aportar muchas cosas al equipo, mejorarnos individualmente a cada uno y, si lo consiguen, el equipo será el mayor beneficiado".