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El Sporting juega al escondite contra el Logroñés

Los rojiblancos reservan a los titulares ante el que será su primer rival en Liga, en un empate plano y aburrido con protagonismo para los futbolistas del filial

Los rojiblancos Javi Fuego y Cristian Salvador, en el centro, durante una acción del partido de ayer ante el Logroñés. JUAN PLAZA

Poco juego y menos ocasiones. Sporting y Logroñés protagonizaron ayer un aburrido empate en Mareo en un partido plano y con pocas ocasiones centrado en las vigilancias defensivas. David Gallego dio minutos a muchos de los futbolistas llegados este verano desde el filial presentando un equipo con ocho asturianos y pleno de jugadores con pasado en las categorías inferiores rojiblancas. La alineación del técnico de los gijoneses ya fue toda una declaración de intenciones ante el que será, en ocho días, el primer rival en Liga. En el cuarto amistoso de la pretemporada se jugó al escondite.

A excepción del doble pivote formado por Javi Fuego y Cristian Salvador, pocos o ninguno de los titulares ante el Logroñés parecen bien situados para la quiniela de la primera alineación de la temporada. Y puede que los dos primeros tampoco. David Gallego probó el fondo de armario ante un Logroñés que visitó Mareo sin tantas reservas, aparentemente, a dar pistas al rival de cara al inicio de la competición. El escaso interés del verde invitó a elevar la vista a la grada, ocupada por nombres como Valiente, Babin, Carmona, Djurdjevic y Nacho Méndez. De todos ellos, sólo Valiente figuraba en el parte médico. En el caso del luanquín, habrá que esperar al próximo amistoso para comprobar si la decisión técnica tiene que ver con la negativa del canterano a renovar.

Berto tuvo la única ocasión de gol de una primera parte de control visitante. Guille Rosas, de nuevo uno de los más entonados, envió un envenenado centro desde la derecha, a la espalda de la defensa del Logroñés, que el atacante rojiblanco cazó a bote pronto. El remate se fue desviado. Mientras, Christian Joel fue casi un espectador más, empleándose únicamente en un cerrado saque de esquina despejado de puños. El encuentro se jugaba en horizontal.

La reanudación, con goteo continuo de cambios desde el lado riojano, no trajo la primera acción de peligro hasta superarse el minuto setenta, y cayó del lado del Logroñés. El Sporting volvió a evidenciar sus problemas a balón parado en una falta lateral botada al segundo palo que encontró al exrojiblanco Álex Pérez. El cabezazo del madrileño, abajo, lo detuvo con seguridad Christian Joel. Gallego dejó los cambios, en esta ocasión, para los diez minutos finales. No fueron once, como con anterioridad, sino seis los hombres de refresco. La sola aparición de Manu García dio chispa al ataque. A una acción individual, con caño incluido al visitante David, le siguió la reclamación de un penalti. No alcanzó para romper con el tedio de un amistoso convertido en trámite puro y duro.

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