El Sporting firmó en Balaidos un meritorio empate (1-1) frente al Celta de Vigo, un equipo de superior categoría, en un serio encuentro de los de David Gallego, que apostó por un esquema con dos delantros, Álvaro Vázquez y Djurdjevic, de inicio.

El premio a ese atrevimiento en la alineación lo encontró el Sporting en la primera jugada del encuentro. Un preciso balón largo de Manu García al espacio entre los dos centrales fue aprovechado por la carrera de Álvaro Vázquez, que definió con mucha tranquilidad, con el interior, aprovechando el bote del balón para hacer una vaselina al portero local Iván Villar.

El empate llegó en una extraña jugada donde los jugadores rojiblancos se quedaron parados esperando el silbido del árbitro. La jugada comenzó con un pase vertical de Borja López a Djuka, que recibió de espaldas en la línea del centro del campo y sufrió una dura tarascada del defensa. Los jugadores del Sporting dieron por hecho que el árbitro iba a señalar la falta, pero no fue así. El balón cayó a los pies de Iago Aspas que, aprovechando la paralización de los rojiblancos se plantó frente a Diego Mariño y definió a placer.

Con el 1-1 se llegó al descanso y ya en la segunda parte ambos equipos buscaron el gol de la victoria. El carrusel de cambios propio de estos encuentros de pretemporada deslucieron el segundo acto en el que el Sporting plantó cara a un Celta de Vigo con aspiraciones europeas esta temporada. Fue el último encuentro de la pretemporada sportinguista antes de que el próximo sábado, en El Molinón, debute en Liga frente al Logroñés.