Un gran pase de Manu García, el mejor jugador del Sporting en el encuentro frente al Logroñés, permitió al Sporting ganar su primer partido liguero. El balón filtrado por el canterano asturiano llegó a las botas de Djurdjevic, que supo recortar a Álex Pérez y batir, con un gran golpeo al palo largo, a Rubén Miño. Era el minuto 89 y ya no pasó nada más en el encuentro. El Sporting supo ganar un partido muy trabajado, en el que dominó durante los 90 minutos, sin sufrir en defensa, y aprovechando las pocas ocasiones que tuvo.

David Gallego salió con un once similar al que venía probando en pretemporada, y con un mensaje claro: la meritocracia será la que decida quiénes juegan y quiénes no. Con tres jugadores del filial en el once inicial (Bogdan y Pablo García en los laterales y Gaspar de extremo) y dejando a Carmona y Nacho Méndez en el banquillo, los gijoneses supieron tomarle el pulso al partido desde el primer momento.

Conforme Manu García se iba entonando y Pedro Díaz sabía buscarle cada vez mejor, el Sporting fue poco a poco dominando cada vez más el partido. La ocasión más clara del partido, antes del gol, estuvo también en los pies de Djurdjevic. Un gran pase de Gaspar en el minuto 24 lo aprovechó el serbio para, con un buen derechazo, estar a punto de adelantar a los locales: el balón se estrelló en el palo.

El dominio del Sporting, no obstante, no se concretaba en ocasiones de gol. Los numerosísimos centros desde la banda no encontraban rematador. Manu García por dentro seguía creando peligro, pero Miño nunca llegó a verse realmente inquietado antes del descanso.

La segunda parte siguió la misma tónica. Un gran disparo de Aitor obligó al portero visitante a lucirse mientras el Sporting inclinaba cada vez más el campo hacia su portería. El premio llegó en el último minuto del tiempo reglamentario con un gran gol de Djurdjevic, servido por Manu García. El serbio quiere que esta sea su temporada, y el inicio no puede ser mejor: un gol, tres puntos y primera victoria del curso para los de Gallego.