Finalmente, tendrá que ser la justicia deportiva la que decida en qué equipo militará la próxima campaña el joven canterano del Sporting Christian Ferreres, deseado por el Villarreal. El gijonés cumplió la semana pasada 16 años, con lo que tiene derecho a firmar su primer contrato laboral profesional y el club rojiblanco igualó la oferta presentada por los levantinos. Al no llegar a un acuerdo entre ambos clubes para dejar marchar al jugador, será el Comité Jurisdiccional de la Federación española el que decida el futuro del prometedor futbolista. Un proceso que podría alargarse dos meses en los que no podría jugar.

Ferreres está decidido a jugar en el Villarreal, al que ya estuvo a punto de irse el pasado año, antes de que el Sporting pudiera retenerlo. Sin embargo, el club gijonés no quiere dejarle marchar. Tanto es así que ya inscribió su ficha federativa en la Segunda División B para que esta temporada juegue con el filial. Un movimiento que evita que el jugador pueda ser inscrito por el Villarreal. Ahora será la justicia deportiva la que tendrá que decidir dónde va a militar el próximo año.

"Lo más habitual es que falle a favor de la decisión del jugador", explica Luis Nogueiro, abogado experto en derecho deportivo, que entiende que, "a priori, Christian Ferreres la posibilidad de marcharse la tiene".

Lo que sí es evidente es que, en caso de que el Comité Jurisdiccional dé la razón al Villarreal, el Sporting siempre tendría la posibilidad de recibir una indemnización por los derechos formativos del jugador, que "se devengan por los años que estuvo en el club formador desde los 12 años", enfatiza Nogueiro.

En este caso, y según la tabla incluida en la última circular de la FIFA al respecto, de este mismo año, el Sporting tendría derecho a cobrar 10.000 euros por cada año que haya jugado en Mareo, sumando un total de 40.000 euros. Ese dinero tendría que ser consignado por el Villarreal antes de 30 días.

En caso de que el Sporting no obtuviera la razón en este comité, tendría la posibilidad de apelar al TAD e, incluso, a la justicia ordinaria, en un proceso contencioso-administrativo. Un extremo al que Nogueiro no cree que se vaya a llegar "porque alargaría mucho los plazos y el futbolista no podría jugar hasta la temporada siguiente".

Para Nogueiro, es evidente que "la maniobra del Villarreal es una fórmula legal, pero no ética", pero entiende que ha de pesar la decisión del jugador y sus padres, al ser menor de edad.

Ferreres se encuentra en Villarreal, acompañado de su familia, después de que el equipo groguet fichara a su hermano mayor, Abraham, que había quedado libre del Sporting, para posteriormente cederlo a La Roda, de la Tercera División.