Y al enésimo día, se concretó. Unai Medina se desvinculó ayer, por fin, del Sporting. Club y jugador llevaban semanas negociando la salida del lateral vasco, uno de los descartes del entrenador David Gallego. Una salida que se daba por hecha desde hace semanas, pero a la que le faltaba estampar las firmas. Unas rúbricas que llegaron ayer. La de Medina es la segunda salida del club -además de las de Molinero y Damián Pérez tras acabar sus contratos- tras la de Carlos Cordero, que dejó la disciplina rojiblanca para enrolarse en las filas del Marbella de la Segunda División B. El Sporting acelera la operación salida, y eso podría hacer que también se vieran aceleradas las llegadas. El fichaje de Jordi Mboula, que está decidido a jugar en Gijón cedido por AS Monaco está más cerca. Sin embargo, las rescisiones de Unai Medina y Cordero parecen insuficientes para acometer su contratación, al liberar poco margen salarial. Antes tendría que dejar el club otro jugador, con Hernán Santana jugándose prácticamente todas las papeletas.

La noticia llegaba pasadas las nueve de la noche. Unai Medina dejaba de ser jugador del Sporting tras una temporada en el club, en la que jugó 27 partidos, llegando incluso a anotar un gol. Una participación irregular que no llegó a convencer a David Gallego, que anunció que no contaba con él para este curso. Desde ese momento comenzaron las negociaciones para rescindir su contrato y buscarle acomodo en otro equipo. El tira y afloja entre club y jugador finalizó en la noche de ayer. Medina y Sporting por fin se entendieron y el lateral dejó de ser jugador del club gijonés, renunciando a la última temporada que le restaba de contrato.

Medina se unirá así a las filas del Logroñés, el equipo que se enfrentó al Sporting en el primer duelo liguero en El Molinón, el pasado sábado, con victoria local por 1-0. El acuerdo entre el lateral y el club riojano era ya total, a falta de su rescisión con el Sporting. Al hacerse esta efectiva ayer, se espera que pueda firmar hoy mismo por el club de Logroño.

Con la salida de Medina, el Sporting intenta ahora apurar las opciones para desvincular a Hernán Santana. El jugador canario todo parece indicar que recalará en el Mumbai City indio. La salida de Hernán sí que haría posible de forma definitiva el fichaje de Mboula, el perfil que Gallego dejó claro que necesita y que actualmente no tiene en la plantilla para hacer el juego que quiere: un extremo rápido, incisivo, vertical y habilidoso. El acuerdo con el extremo es completo, pero para poder inscribirlo en La Liga antes es necesario rebajar más masa salarial, con la salida del canario. El Sporting quiere que la salida de Santana le cueste el menor dinero posible, rebajando al máximo el finiquito. E incluso ingresando algo de dinero si fuera posible. Una previsión que choca frontalmente con la del jugador, que quiere renunciar a la menor parte posible del dinero que le corresponde.

Además de Medina, la única salida que se había hecho efectiva hasta la fecha es la de Carlos Cordero. El defensor zurdo militará esta temporada en las filas del Marbella de Segunda División B. El extremeño tuvo ofertas de varios clubes de la categoría, como el Racing de Santander, pero terminó por decidirse por el equipo andaluz, con un proyecto ambicioso en la categoría.

Cordero se despidió del Sporting con una carta en la que agradeció al club y a los sportinguistas su apoyo durante los cuatro años que vistió la camiseta rojiblanca. El Sporting es, para Cordero, "un club que me ha ayudado a crecer en todos los ámbitos y que siempre llevaré en el corazón". Al hacer balance de su paso por el equipo, "se me vienen a la cabeza infinidad de momentos especiales con mis compañeros", asegura el defensor, que remarca que "siempre recordaré esta etapa de mi vida con mucho cariño", en parte por haber podido conocer "a una de nuestras leyendas del fútbol, Quini, siempre atento y cercano con nosotros". El extremeño termina su misiva enfatizando que "aquí tenéis a un sportinguista más, os deseo todo lo mejor en el futuro".

Además de Santana, Neftali, con cartel en el extranjero, Traver, que podría recalar en algún equipo de Segunda B e Isma Cerro, al que le siguen una decena de clubes de la categoría de bronce, son los tres descartes de Gallego a los que la dirección deportiva busca dar salida para así poder acometer nuevos fichajes.