El Sporting del año pasado reforzado con canteranos camina con paso firme por este inicio de temporada tras dos victorias por la mínima ante recién ascendidos. Los cenizos de turno se han quedado sin argumentos al menos por mes y medio. Y los campaneros habituales pueden dar rienda suelta a su ventajismo. Lo cierto es que el equipo ha hecho hasta ahora exactamente lo que espera cualquier aficionado que atesore sentido común y un mínimo de exigencia. Con alguna nota esperanzadora.
La principal es el buen rendimiento que están mostrando los productos de Mareo. Pablo García se ha destapado como un lateral con importantes dotes ofensivas, Pedro Díaz fue ayer el revulsivo que decantó el partido del lado visitante y Gragera crece a pasos agigantados, demostrando una personalidad muy por encima de su edad. No es cuestión baladí que la chavalada ande fina porque el último alegrón rojiblanco se produjo con los guajes de Abelardo, en la única campaña sin fichajes, por castigo de la patronal.
Una proeza muy de actualidad porque, durante las últimas semanas, hubo quien llegó a creer que este curso tampoco habría novedades debido a los ritmos tropicales del flamante director deportivo. No será así. Tras el fiasco de la "operación Mboula", Javi Rico se ha sacado de la manga a Cumic. Se sabe que es extremo y serbio. Ojalá haya acertado con la incorporación porque ese puesto, además de fundamental, es una asignatura pendiente en ambas bandas desde que Jony hizo las maletas por segunda vez.
