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Una conexión de futuro para el Sporting

"Tienen un vínculo y se apoyan, no existe ni la mínima piquilla por disputarse el puesto", dicen los familiares de Pedro Díaz y Gragera

Pedro Díaz, en Mareo. JUAN PLAZA

El pasado domingo los parientes de Pedro Díaz estaba en Noreña, en una comida familiar, viendo el partido entre Cartagena y Sporting. Cuando el centrocampista sierense entró al campo, antes de lanzar la falta, su madre, María José, tenía claro que iba a acabar en gol. A unos 20 kilómetros, en Gijón, Carmen, la madre de José Gragera, vio que su hijo "volaba" para rematar, y que marcaba su primer tanto como profesional. En las dos familias se alegraron especialmente de que el primer tanto de Gragera con el Sporting llegase tras un pase de su amigo inseparable. "Casi es más hermano Gragera de Pedro que nosotros, pasa más tiempo con él", señala Pablo Díaz, el hermano mediano de Pedro.

A los dos centrocampistas rojiblancos les unió la Universidad, cuando ambos estudiaban en la Facultad de Económicas -Gragera aún continúa en ADE-, y desde ahí forjaron un vínculo que se estrechó aún más en el último año. Primero con la muerte, el pasado mes de marzo, del padre de Gragera. "Pedro es una persona estupenda, me dijo que iba a tirar de Jose hacia arriba, ahí demuestra lo que hay ahí a nivel humano", señala Carmen Amado.

Pedro Díaz y Gragera se fueron incluso de vacaciones el pasado verano a Menorca. "Están todo el día, es normal que se entiendan a la perfección. El gol no me sorprendió", explica el exrojiblanco Isma Aizpiri, ahora en el Melilla, y amigo de ambos, con los que coincidió en la cantera. "Saben las virtudes de cada uno y utilizan esa conexión que tienen para explotarlas", incide.

El único cambio en el once inicial de David Gallego en Cartagena respecto al de la jornada inaugural ante el Logroñés llegó con la entrada de Gragera por Pedro Díaz en el centro del campo. "Lo bueno que tiene el deporte es que no es todo rivalidad, juegan en el mismo puesto, se entienden perfectamente y se apoyan. Crean un vínculo, me importa mucho esas cosas", comenta la madre de José Gragera. "Podrían llevarse un poco peor, pero no existe ni la mínima piquilla por disputar el mismo puesto. La rivalidad es cero, se lo toman con normalidad", subraya el hermano de Pedro Díaz.

Los dos jugadores rojiblancos comparten otras aficiones junto al fútbol. Es habitual que vayan al cine, a dar una vuelta, conocer Asturias, cenar o compartir gustos musicales. "Hasta antes del covid-19 Gragera era casi uno más en esta casa, y desde que murió su padre estuvimos muy cerca siempre para apoyarle", explica Pablo Díaz.

El inicio de temporada ha sido bueno para ambos. En el caso de Gragera afronta su primer curso en el primer equipo. "El gol es un poco el reconocimiento al trabajo que está realizando. A su padre le hubiera gustado mucho", señala la madre de Gragera. "Pero debe seguir con los pies en el suelo, aún tiene que trabajar mucho para seguir", explica. Es la persona que más le conoce, aunque su padre era el que le seguía muy de cerca en el fútbol. No obstante, Carmen Amado explica que la personalidad de Gragera juega a su favor para que pueda llegar lejos. "Es muy maduro y responsable, y aunque a veces la apariencia que puede dar es de persona seria. Al final es todo lo contrario, es un pedazo de pan y muy humano", cuenta. "Es muy luchador, siempre da el cien por cien cuando hay algo que le motiva", añade.

En el caso de Pedro Díaz llega a su temporada, la que espera que sea la de su consolidación. "Mi hermano y yo somos muy pesados y le damos mucho la chapa para que Pedro siga con los pies en suelo", cuenta Pablo Díaz. "El curso pasado con el parón del covid-19 no le benefició, esperamos que este año, que se presente bien, le sirva para consolidarse", subraya.

Pedro Díaz y Gragera son los últimos canteranos que han salido de Mareo para reforzar el centro del campo. Ciriaco Cano, centrocampista de la época dorada rojiblanca, y que fue entrenador en tres etapas -en las que apostó por dar la oportunidad a los jóvenes- espera que este sea su año. "Pedro trabaja mucho, tiene mucha movilidad y llegada, y lo más importantes es la pegada y disparo que tiene desde fuera del área, que no se corta, y es una buena cosa", explica el extremeño. "Gragera no tiene problemas en el aspecto técnico, es muy joven, pero todavía falta que le asesoren un poco de cómo moverse y hacerse ver más, para sacar el balón de atrás, que los centrales le busquen e intenta desmarcarse. Pero eso lo irá cogiendo con el tiempo, lo bueno es que apunta buenas maneras", enfatiza Ciriaco Cano.

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