Tiene cara de guaje, pero va sobrado de experiencia en el fútbol a pesar de sus 25 años. Quizás por eso Saúl García, que llegó ayer a Gijón para convertirse en el segundo fichaje del Sporting de la era Rico, cedido por el Alavés con opción de compra, no quiere echar las campanas al vuelo por el buen inicio de curso de los de David Gallego. Ni el pleno de tres victorias, un guarismo que solo ha conseguido en el fútbol profesional en lo que va de curso el Sporting, ni la seguridad defensiva de los rojiblancos parecen distraer al lateral cántabro. "Está muy bien empezar con esta dinámica, pero hay que seguir trabajando", afirmó.

Saúl García, en unas negociaciones que adelantó LA NUEVA ESPAÑA, es el segundo fichaje del Sporting tras Cumic. Será presentado hoy, a las 12.00 horas, en El Molinón. No participará en la primera sesión de la semana de David Gallego, prevista para esta mañana (10.30 horas) con el objetivo de comenzar para preparar el duelo contra el Almería del próximo domingo en el estadio de Los Juegos del Mediterráneo. Saúl debe pasar antes una prueba pcr. Solo si el resultado es negativo, García conocerá en persona a los que serán sus compañeros de vestuario. La previsión es que entrene ya mañana a las órdenes del técnico catalán. El futbolista cántabro procede del Alavés, que milita en Primera División. Bajar un peldaño, a la categoría de plata, parece no causarle demasiados problemas. "El Sporting es un club histórico y tiene con mucha repercusión", reconoció.

La llegada de Saúl García se demoró algo más de lo esperado. Su salario, que ronda el medio millón de euros, estiró las negociaciones entre el Sporting y el Alavés. Finalmente, la entidad rojiblanca asumirá un porcentaje de su sueldo más elevado de lo previsto en un principio. Eso desbloqueó las conversaciones y permitió que ayer Saúl García pudiera aterrizar en Asturias.