La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Brújula

El Sporting echó en falta lo que mejor hace: saber encajar

En un partido gris, sin apenas ocasiones de ataque, dejó escapar los tres puntos tras adelantarse

Nacho Méndez golpea un balón ante Aitor Sanz, con Pedro y Zarfino al fondo. J. PLAZA

Este partido del Sporting lo habían visto los aficionados rojiblancos varias veces en lo que va de Liga. Un encuentro gris, plomizo, con un equipo ordenado y solvente, que consigue adelantarse casi sin saber cómo ni por qué. Lo que nadie vio venir fue el giro de guión: el Sporting dejó escapar la victoria, los tres puntos y el liderato recibiendo un gol en los últimos minutos. Algo extraño, inusual en este nuevo Sporting de David Gallego en el que esa es, precisamente, una de sus mayores virtudes: el saber encajar. Donde siempre hubo este año aplomo y convicción, ayer hubo mandíbula de cristal. Un balón en el área que pudo estar mejor defendido sirvió a un Tenerife que apenas había inquietado a Mariño para empatar el partido. Y pudo ser peor. El portero gallego sacó a quemarropa un remate del central tinerfeño Sipcic en el descuento, que hubiera supuesto el gol de la victoria para los visitantes. No obstante, y aunque las sensaciones de ayer no fueron buenas -como quizá tampoco lo fueron en otros encuentros, pero entonces se encontraba el maquillaje del resultado-, el Sporting continúa en lo más alto de la tabla clasificatoria, con 13 puntos, los mismos que el Espanyol. De estas próximas dos semanas de partidos comprimidos y casi metidos a calzador dependerán muchas de las opciones del cuadro rojiblanco a final de Liga. Quince días y cinco partidos para tomar el pulso de este Sporting.

Compartir el artículo

stats