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Al Sporting solo le pitaron un penalti a favor en los últimos 54 partidos

En el mismo periodo le señalaron siete en contra y el Zaragoza, el más favorecido, dispuso de dieciséis penas máximas para lanzar

Al Sporting solo le pitaron un penalti a favor en los últimos 54 partidos ÁNGEL GONZÁLEZ

Con resignación, el sportinguismo asistió el pasado jueves por la noche a un escenario ya conocido. El Sporting reclama una pena máxima, el VAR la revisa, pero se queda sin atender la petición rojiblanca. Los pequeños detalles, como un penalti, claves en la categoría, se alejan del lado de los rojiblancos. En Málaga, la mano reclamada por el Sporting, al desviar la asistencia de Manu García, no fue considerada por el VAR como punible. Un escenario idéntico al de dos semanas antes, en el derbi frente al Oviedo, cuando un disparo de Djuka dio en la mano de Grippo. Sigue por tanto sin penas máximas a su favor esta temporada. Una situación que se extiende al último año y medio. Porque al Sporting en los últimos 54 partidos de Liga que ha disputado solo le han señalado un penalti, por siete que se le han decretado en contra.

En la jornada 32.ª de la temporada 2018-2019, Djuka, en la visita al Málaga, que acabó con empate a un gol, puso el gol rojiblanco de penalti. Y desde ahí, hasta el momento actual, los rojiblancos solo tuvieron otra oportunidad más desde los once metros: fue el pasado mes de febrero, en la jornada 28.ª de la 2019-2020, en la que Carmona hizo el segundo gol para el Sporting en la visita al Racing de Santander.

Hasta 54 partidos ha disputado el Sporting, 45 de ellos con la presencia del VAR, en los que solo una vez los rojiblancos tuvieron opción de marcar en un lanzamiento libre ante el portero rival. La situación contrasta con el Zaragoza, el más favorecido, que ha tirado 16 penaltis en ese periodo. Detrás le siguen muy cerca el Rayo Vallecano (15) y Almería y Elche (14).

Los rojiblancos lamentan que no se les atiendan las peticiones de penas máximas, pero que sí se otorguen en contra con más facilidad. En el mismo periodo en el que solo han dispuesto de un lanzamiento, Mariño ha tenido que hacer frente a siete. El curso pasado hubo decisiones polémicas, como el pitado a Babin en Fuenlabrada o a Borja López, que fueron discutidos por el club rojiblanco, al no considerar justa la decisión marcada por el VAR.

La situación actual del Sporting recuerda mucho a la de la temporada del último ascenso, con Abelardo en el banquillo. Tuvo que esperar el equipo de los Guajes a la jornada 28.ª, ante Las Palmas, para tener el primer lanzamiento desde los once metros. Esa temporada los gijoneses solo dispusieron de otra pena máxima. El arbitraje molestó a los rojiblancos, con acciones claras sin señalar como el derribo a Ndi en Santander, y con el recuerdo de la retina del curso anterior, en el que una mano muy clara de Truyols en Murcia no había sido señalada tras un disparo de Lekic.

La última polémica para el Sporting se produjo en Málaga, donde ni se decretó penalti de Escassi primero al sacar el brazo, aunque estaba pegado al cuerpo, para cortar un pase de Manu García. Y el VAR, de forma milimétrica, anuló por fuera de juego el disparo de Aitor García que acabó en gol. El sportinguismo sigue esperando por la oportunidad de disponer de una pena máxima que desatasque un partido igualado, como el del pasado jueves en Málaga.

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