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El fútbol, la liberación del doble aislamiento de Manu

El líder de la victoria del Sporting ante la Ponfe, hijo de ginecóloga y hermano de odontóloga, se reivindica distanciado de la familia por reducir la exposición al contagio con profesionales de riesgo

Manu García. JULIÁN RUS

Antes de que el cierre perimetral confinara Gijón y Oviedo, dos de las ciudades protagonistas de su vida, Manu García ya llevaba semanas reduciendo las visitas a su familia en el carbayón barrio de La Ería. El trabajo de su madre, ginecóloga, y de su hermana, odontóloga, distanciaron las tradicionales comidas de los García Alonso, fijadas cada quince días, las que saboreaba especialmente tras seis años en el extranjero. La exposición profesional de su entorno le obligó a extremar precauciones ante riesgo de contagio, medidas sumadas a las ya estrictas que marca el protocolo de la Liga. El balón ha sido la válvula de escape del que, ante la Ponferradina, lideró la primera remontada del Sporting en año y medio.

En tiempos en los que los futbolistas viven metidos en una burbuja, los aplausos de los estadios llegan de otra manera. El dedicado a Manu García es amplio, entre crítica y aficionados, por su influencia en el triunfo ante la Ponferradina. Autor del tanto del empate y desencadenaste del que dio la victoria, asume con calma el continuo sube y baja del fútbol desde la vivienda unifamiliar, situada a las afueras de Gijón, adonde se mudó hace unos meses desde Luanco, su primera residencia cuando fichó por el Sporting en el verano de 2019. Allí comparte espacio y plan de futuro con Carla, su novia, cantante de Zarzuela y aliada en las frecuentes visitas al teatro y al cine.

"No me hagas cosas ricas, que ya sabes que no las puedo comer", repite Manu cuando se acerca la oportunidad de que los García Alonso se reúnan en torno a la mesa. Se refiere a dulces o productos muy calóricos. Es estricto con la alimentación. El encargado de elaborar el menú suele ser Toño, su padre, comercial técnico digital de profesión y habilidoso cocinero. Lo corroboran las albóndigas de merluza y pixín que devora el mediapunta rojiblanco. Si está de vacaciones, meter la cuchara en el tocinillo de cielo que le trae su madre de Grao es debilidad absoluta. La vuelta a Asturias le devolvió ese tipo de privilegios, los familiares y gastronómicos. Antes, los días de descanso en Inglaterra acaban en disfrutar de una hamburguesa con compañeros del Manchester City; o de un asado en Holanda con el Nac Breda; de un chuletón en Toulouse para coger energías en la física Liga francesa. La carne roja sigue siendo el premio que, en su justa medida, se permite tras días de especial esfuerzo. Beatriz Manchón, nutricionista del Sporting, aconseja y da pautas a la plantilla para el cuidado de la alimentación, apartado cada vez más valorado por el rojiblanco.

En familia hablar de fútbol está limitado. Al menos, a la hora de entrar en pormenores relacionados con del día a día del Sporting. La norma es buscar otras conversaciones, por higiene mental del pequeño de la casa. Manu, de 22, es tres años menor que Paula, su hermana. Es la premisa, aunque haya días que se salten la norma. El principal consejero de Manu en temas del balón es su padre, el mismo que le llevó por primera vez al Astur, donde comenzó a jugar, y que le siguió acompañando por España y Europa hasta la pandemia.

El covid-19 también ha dejado a Manu sin reencontrarse con Galina y su hijo Dani, quienes le acogieron en su casa de Manchester cuando con 16 años hizo las maletas para fichar por el City. Ambos tenían previsto viajar a Gijón para verle jugar en el equipo del que tanto les habló de niño. Los que tampoco se han olvidado de él han sido Antonio Cordón, director general deportivo del Betis, y Manuel Pellegrini, entrenador del conjunto andaluz. El primero ya le quiso fichar en su etapa en el Granada y el segundo fue quien le hizo debutar en la máxima categoría del fútbol inglés. Mantiene con ambos una gran relación. En Sevilla se valora el talento de un chaval que aspira a jugar el Europeo sub-21 y subir a Primera con el club de su vida siendo consciente que la dificultad de ser profeta en tu tierra.

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