La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El bisturí

De casi golear a pedir la hora, pero un triunfo más con paso firme

El Sporting, que se mantiene arriba en la tabla, falla hasta cinco goles cantados ante un débil rival

Gragera controla el balón ante Arribas.

Saúl García con todo a favor para marcar se topó con el portero. Djuka desaprovechó dos manos a mano. Y para rematar la fiesta se unieron Aitor García y Manu García, que no supieron definir entre los tres palos con todo a favor ante el meta rival. De esos partidos para golear, y con la sensación de que si se perdona lo acabas pagando, el Sporting salió bien parado al límite. Porque Aitor apareció, en un contragolpe, para poner por delante a los rojiblancos después de que el Alcorcón empatase. El Sporting, en un partido muy completo en el apartado ofensivo, con numerosas llegadas, se aprovechó de la debilidad del rival, falto de ritmo y con numerosas bajas. Se sufrió, pero era un partido que había que ganar sí o sí. Y el Sporting, después de nueve jornadas, se mantiene en la zona alta. Pocos lo hubieran imaginado en verano. Ahora, viendo el rendimiento que ha conseguido David Gallego de una plantilla que el año pasado parecía que no valía para nada, a muchos ya no les sorprende ver al Sporting partido a partido compitiendo, con sus momentos para ganar, y mereciendo la victoria. Son 19 puntos de 27 posibles. Se mantiene el ritmo de puntuación. Y también la sensación de que, aun desaprovechando infinidad de ocasiones claras, el Sporting acabará teniendo su oportunidad para marcar. Tres puntos más, paso firme y tranquilidad para un proyecto que va por el buen carril.

Lo esperado: Alcorcón y Sporting demuestran por qué tardan en marcar

Se enfrentaban dos de los tres equipos que han marcado todos sus goles en la segunda mitad. Y cumplieron con lo esperado. Ni siquiera teniéndolo todo de cara para marcar en la primera parte lo consiguieron. El Sporting no lo hizo con dos opciones claras, de Saúl García y de Djuka. Y el Alcorcón, tras achuchar en los primeros minutos, y sentirse más cómodo al llegar al ecuador del primer tramo. La segunda parte, aun fallando mucho el Sporting, llegaron dos tantos rojiblancos. Y uno de los alfareros, que llevan con el de ayer tres tantos en toda la temporada. En un inicio que roza la perfección a David Gallego solo le queda pulir la puntería de su equipo, que sea capaz de encarrilar pronto los encuentros, y no tener que aferrarse a la fe de que sabrán madurarlo y rematarlo en el tramo final.

Juventud: Otra cantera unida para intentar hacer historia

El Sporting de los “yogurines” llevó al club por última vez a la UEFA hace tres décadas. Estaba Ciriaco en el banquillo. También con el extremeño apareció una generación que hizo el milagro de meter al principio al club arriba y después salvarlo en la crisis económica del centenario. Abelardo, hace algo más de un lustro, con los “guajes”, ascendió y salvó al equipo. Ahora otra generación más intenta hacer historia. Los jugadores nacidos en los años 1998 y 2000, unidos por un sueño, tiran de este Sporting.

Confianza: Gragera, el pivote con más continuidad, se asienta

Se quedó sin entrar en las rotaciones. Gragera es el único pivote que ha jugado los tres últimos partidos de inicio. Sustituyó a Javi Fuego y se ha asentado. En su primera temporada en el primer equipo el joven centrocampista gijonés, que aún tiene mucho margen de mejora, da sensación de crecimiento cada jornada. Transmite seguridad, tiene algún error, pero no le falta esa motivación para intentarlo. Ayer otro bueno partido, junto a su amigo Pedro Díaz, que sustituyó a Nacho Méndez. Gaspar por Aitor y Saúl García por Pablo García fueron los otros cambios.

Ambición: Gallego, sin titubeos: saca otro delantero con 0-1

Suele pasar que cuando se va ganando, un cambio defensivo, se acaba pagando. El mensaje que se traslada desde el banquillo tiene su continuidad en el campo. A David Gallego le sucede lo contrario. Con el Sporting venciendo 0-1, y viendo al rival tocado, con numerosas ocasiones sin materializar, el técnico decidió ir a por todas. Entró Álvaro Vázquez al campo, dos delanteros sobre el césped. Más madera. Y de mano no le salió bien. El Alcorcón empató unos instantes después del cambio. Pero a la larga funcionó, volvió a marcar el Sporting, generó mucho peligro y acabó con esa sensación de tener un punto más de forma que el rival.

Compartir el artículo

stats