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Reencuentro con la locura

“Pasamos en segundos de llorar a reír por depender de nosotros para subir”, recuerda Jorge del último duelo ante el Castellón

La afición del Sporting, en el césped y la grada de Castalia, en junio de 2008. | LNE

La última vez que el Sporting se enfrentó al Castellón fue el 8 de junio de 2008. Han pasado más de 12 años desde aquel partido. Pero aún sigue grabado en la retina de la afición rojiblanca. Aquel día, en la penúltima jornada de Liga, el Sporting pudo lograr el ascenso a Primera. Pero perdió ante un rival que no se jugaba nada. Y en segundos pasó de ver cómo se escapaba el ascenso un curso más, a recibir la enorme alegría de un gol del Alavés –que acabó marcando incluso otro más– a la Real Sociedad para que el conjunto entrenado por Manolo Preciado dependiese de sí mismo en la última jornada de Liga. Ahí el Sporting venció al Eibar y retorno tras diez años a la máxima categoría.

“Fue una locura. Nunca tuve sensaciones contrariadas en un partido como aquel día”, recuerda Jorge García Torre. “Pasamos en segundos de llorar a sonreír porque dependíamos de nosotros para subir”, comenta el que fuera defensa del Sporting. En aquel partido acompañaron al Sporting casi 5.000 personas a Castellón, más las que se quedaron vibrando del partido en Gijón. “Teníamos muy reciente lo de Eibar y el ascenso que se nos había escapado con Marcelino. No queríamos que pasase otra vez. Jugamos ante un rival que no se jugaba nada, nos marcó y luego nos entró la impaciencia y no éramos capaces de marcar”, explica.

El Sporting vivió una sensación parecida a la de 2015, con el gol del Lugo al Girona en el descuento, que propició el ascenso. “Aquello de 2008 creo que tuvo más valor, había muchísima gente que no recordaba al Sporting en Primera. En 2015 se venía de jugar hace poco”, indica Jorge, que en el caso del último ascenso formaba parte de la plantilla del Llagostera y se enteró del ascenso de los rojiblancos al acabar su partido en Valladolid.

“Aquel ascenso fue muy merecido. Puede parecerse a este equipo en el soplo de aire fresco de Preciado en el banquillo como David Gallego ahora. Pero con Preciado la primera temporada empezamos muy bien y luego pinchamos. Al segundo intento lo conseguimos. Puede servir de ejemplo ahora, que no está nada hecho aún, y que hay que seguir trabajando y tener paciencia”, advierte Jorge.

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