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Los ajustes salariales llaman otra vez a la puerta de los clubes españoles

“La situación de la plantilla nada tiene que ver con la de abril”, asegura Javier Fernández sobre el impacto económico del covid

Por la izquierda, Javier Fernández, Noé Calleja y Javi Rico, en Mareo. | Marcos León

La crudeza de la segunda ola de la pandemia y el horizonte que se proyecta en el fútbol, cercano a una campaña completa sin público en los estadios, ha puesto sobre la mesa de muchos clubes españoles la necesidad de realizar nuevos ajustes. “A día de hoy, no hemos tratado esa propuesta”, aseguró ayer Javier Fernández, presidente rojiblanco, en conversación con LA NUEVA ESPAÑA, ante la posibilidad de aprobar otro recorte salarial. El máximo mandatario de la entidad gijonesa no descarta, sin embargo, que a lo largo de la temporada haya que tomar alguna decisión en este ámbito. “De momento, son hipótesis que están ahí”, remarcó. Y señaló que el panorama, en la actualidad, no es comparable al que derivó en un pacto con los jugadores para recortar salarios y evitar un ERTE el pasado mes de abril. “La situación de la plantilla nada tiene que ver con la de marzo o abril”, subrayó.

“No es momento de desviar miradas, es momento de estar todos unidos”, pidieron ayer desde dentro del vestuario del Sporting con el ánimo de poner en valor la importancia de cuidar el gran inicio de temporada que ha llevado al equipo a la segunda plaza, tras diez jornadas en las que ha sumado siete victorias y un empate. Unos números, los deportivos, que han devuelto la ilusión por pelear un ascenso que se ha resistido durante tres campañas. El verano, con solo dos incorporaciones y una plantilla integrada por 18 jugadores con ficha del primer equipo, ha sido duro para cuadrar intereses deportivos y financieros. Javi Fuego y Carmona, por ejemplo, aceptaron aplazar el cobro de parte de su ficha.

Las consecuencias del covid-19 en la economía de los clubes de fútbol va siguiendo pasos parecidos, en este inicio de temporada, a los que ya se vieron durante la pasada campaña, en la que Barcelona y Madrid fueron dos de los primeros clubes en poner en alerta de la necesidad de replantear los salarios de los futbolistas, entre otras medidas, para amortiguar la reducción de ingresos. En el caso del conjunto culé, la crisis es ahora más profunda por la inestabilidad institucional y las diferencias en la mesa de negociación abierta para alcanzar un acuerdo con jugadores y trabajadores de la entidad. El Barcelona ha aplicado medidas con algunos de sus futbolistas a través de la alternativa de la ampliación de contratos, otra manera de dar solución al desfase entre ingresos y gastos. El club se compromete a pagar lo mismo, o una cantidad parecida, pero durante más temporadas, lo que se traduce en adelgazar el sueldo anual de cada jugador. Piqué, Ter Stegen, De Jong y Lenglet fueron los primeros en renovar, de una tacada, hace un par de semanas.

La estrategia del Sporting al final del mercado, una vez que el club apostó por evitar realizar ningún traspaso, era la de intentar llegar a final de año sin más medidas en lo económico que el citado acuerdo al que se llegó con Carmona y Javi Fuego para la fórmula en la que se abonarán los salarios. Entonces no se esperaba que la situación sanitaria fuera tan cruda como la actual. En previsión de ello se trabajó en sumar ingresos con acuerdos como la incorporación del patrocinio de la camiseta de Alimerka y William Hill, además de negociar la retransmisión de los partidos del filial con el canal Footers. La evolución de las próximas semanas y cómo se enfocará el mercado invernal serán claves.

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