El Sporting apura el periodo de descanso más amplio de la temporada antes de afrontar otra de las cuestas más exigentes del calendario. Los rojiblancos vuelven mañana a los entrenamientos en Mareo tras disfrutar de los tres días libres concedidos por David Gallego para oxigenar cuerpo y mente. después del tropezón en Anduva ante el Mirandés de José Alberto (1-0). A la vuelta de la esquina aguardan seis jornadas condensadas prácticamente en tres semanas para volver a poner a prueba el gran inicio de campaña protagonizado por los gijoneses. Entre los adversarios, dos de los recién descendidos y favoritos al ascenso, Mallorca y Espanyol. El choque del próximo lunes, ante el Rayo, otro “gallito” de la categoría, abrirá boca para veinte días para confirmar candidatura.
Pocos esperaban ver al Sporting encaramado a la zona alta de la clasificación a las primeras de cambio. El destacado comienzo del conjunto rojiblanco se resume en datos como haber ocupado plaza de ascenso directo en ocho de las onces jornadas disputadas, siendo líder de la categoría en dos de ellas. La derrota del pasado sábado en Anduva ante el Mirandés sacó a los gijoneses de la segunda plaza, siendo ahora terceros, con los mismos puntos que el Mallorca. Los números acompañan la sensación de que esta temporada ha razones para pensar en que el equipo de Gallego puede luchar por el ascenso de categoría, aunque la campaña sólo acaba de empezar y desde el vestuario se sigue a rajatabla el mensaje de pensar sólo en el siguiente partido.
El Sporting tiene a su favor haber comenzado al ritmo de los mejores. Los rojiblancos tienen los mismos números que el Mallorca y sólo están superados en la clasificación por el Espanyol, el mayor presupuesto de la categoría. Por contra, el miedo parece centrarse en cómo responderá la plantilla en una temporada tan larga y apretada como la de la Segunda División. David Gallego cuenta con un equipo con 18 futbolistas con ficha de la primera plantilla y marcado por la juventud de unos jugadores que acaban de asomar, en su mayoría, al fútbol profesional.
El choque ante el Rayo del próximo lunes (El Molinón, 21.00 horas) ofrecerá el periodo más largo para preparar el siguiente encuentro, ya que el equipo tendrá casi seis días para preparar el duelo ante el Mallorca (Son Moix, 16.00 horas). Tres días habrá de diferencia ya con la siguiente cita, nuevamente en casa, ante el Sabadell (19.00 horas). Cuatro días después, tocará viaje largo, a Las Palmas (21.00 horas), otro de los grandes de la categoría con ganas de reivindicarse. Aún por definir horario está el choque ante el Albacete en el municipal gijonés, en principio para tres días después. Y otros tres días, en función de cómo fije la Liga la jornada, tardará en llegar el duelo ante el gran favorito, el Espanyol, en su estadio.
La tregua del calendario dura poco en Segunda División. El Sporting vuelve a afrontar el desafío de ver condensados sus próximos seis enfrentamientos nada más superar una etapa prácticamente idéntica en cuanto a número de enfrentamientos y días de descanso. No le fue mal al equipo en el primer atragantón de la presente campaña, llegando a sumar 10 puntos en los seis duelos que disputó en veinte días, resumidos en tres victorias, un empate y dos derrotas.
El conjunto rojiblanco abrió ese ciclo con el añadido del efecto de venir de una derrota en el derbi, el primer tropiezo de la temporada. El primer partido se saldó con empate ante el Tenerife (1-1), sin acabar de despejar ciertas dudas que acabaron desterradas en Málaga pese a que el equipo de David Gallego cedió su segunda derrota. El Sporting cayó en La Rosaleda (1-0), pero mostró una prometedora capacidad ofensiva que se vería reflejada en las siguientes tres jornadas, selladas con victorias ante Ponferradina (2-1); Alcorcón (1-2) y Castellón (1-0). La derrota en Anduva frente al Mirandés (1-0) ha vuelto a poner el contador de los rojiblancos a cero.
