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El Bisturí

Un punto menos dulce porque el Sporting tocó la victoria

El equipo, que sigue invicto en El Molinón, rozó los tres puntos ante un rival superior en el tramo final

Saúl García besa la cabeza de Aitor, mientras el resto de la plantilla celebra el gol al Rayo.

El Sporting de David Gallego ha coseguido que hasta un día en el que lo presumible sería sufrir, e incluso saborear un empate, acabe el aficionado con una sensación agridulce. Porque ayer el Sporting, ante un rival muy superior en el tramo final, se quedó muy cerca de conseguir la victoria. La expulsión de Carmona cambió el rumbo del partido. El Rayo, un rival al que le cuesta horrores marcar, y que le falta miga en ataque, se creció. Olió sangre el conjunto madrileño y se volcó en ataque, con hasta dos goles anulados. Pero en inferioridad numérica el Sporting se adelantó. Sacó de un contragolpe petróleo y aguantó casi hasta el final. Solo un golazo de Andrés para el Rayo impidió el triunfo. Los números siguen siendo muy buenos, con 23 puntos, que permiten a los rojiblancos mantenerse en tercera posición en la zona alta. El Mallorca despega dos puntos por encima y el Espanyol sigue a cuatro. Pero los rojiblancos se mantienen invictos en casa, con buenas sensaciones, y de nuevo puntuando tras una derrota. Ahora el camino volverá a situarse con curvas. Porque el domingo el Sporting iniciará otra dura carrera, con cinco partidos en quince días, y con la primera prueba ante un rival directo, el conjunto balear, al que visitará el Sporting este domingo. Pero al menos, hasta en un día difícil, como muestra un equipo que da la cara, la sensación de un buen punto hasta se neutraliza en parte por la opción de poder ganar.

Nacho Méndez. | Juan Plaza

El VAR, de enemigo por la expulsión a echar un cable

Por segunda vez este curso el Sporting se quedó con un futbolista menos. La anterior vez que fue expulsado un jugador rojiblanco fue ante el Girona. Ese día, como ayer, el Sporting fue el primero en marcar. Frente a los catalanes el árbitro equilibró fuerzas, y ahí el conjunto de Gallego sentenció. Ayer el VAR entró para determinar con roja directa una entrada de Carmona, que llevaba pocos minutos en el campo. Le quitó un jugador el videoarbitraje a los rojiblancos, pero le permitió después seguir con vida al anular dos tantos el Rayo. Es cierto que el árbitro anuló los tantos, pero el VAR los corroboró. Primero verificando la mano de los madrileños en el primer tanto anulado, y después dando validez a a la falta sobre Babin, que le impidió poder despejar. Y en el descuento entró para corregir un penalti pitado por Javi Fuego, que tenía la mano pegada al cuerpo.

El árbitro observa la pantalla. J. P.

Gallego arriesgó y rozó la alineación indebida por la expulsión retirada a Fuego

El frenesí y el lamento por ver cómo en el último instante un penalti podía echar por tierra la pelea por amarrar un punto, hizo que pasara desapercibida en ese momento una circunstancia. El VAR no solo libró al Sporting de un penalti injusto, sino también de cometer alineación indebida. Acabó el encuentro el conjunto rojiblanco con siete jugadores profesionales sobre el césped y tres con ficha del filial –Pablo García, Guille Rosas, Gaspar Campos–. Si Javi Fuego, como antes le pasó a Carmona, hubiera sido expulsado, el Sporting se quedaba entonces con seis fichas profesionales. Cometería alineación indebida el Rayo Vallecano ganaría 0-3. Gallego asumió que arriesgó, y que no pensaba en ese escenario, pero al tener una plantilla corta con solo 18 fichas profesionales, y a Valiente, Salvador y Pablo Pérez lesionados, el Sporting jugó al límite.

Javi Fuego y Aitor sacan petróleo en el gol rojiblanco

Con uno menos, en una jugada sin peligro, con dos jugadores del Sporting contra el mundo, apareció el gol rojiblanco. Javi Fuego inició una contra con buena ejecución. El poleso, novedad junto a Méndez en el once –por Manu y Gaspar, asistió con la pierna izquierda a Aitor García que, pegado a la línea de cal, inició una cabalgada. Ahí el onubense la puso al punto de penalti, donde esperaba la única camiseta rojiblanca que le había acompañado, pero Fran, en su intento de despeje, marcó en propia. La suerte acompañó: apareció petróleo casi de la nada.

Las lágrimas de resignación de Nacho Méndez: lesión cuando volvía a jugar

Se cumplió el pronóstico y David Gallego devolvió a Nacho Méndez al once inicial por Manu García. Lo hizo en la banda derecha. Sin ofrecer una imagen brillante, el luanquín no desentonó. Combinó en ese centro de campo plagado de pivotes para mantener el balón y evitar que el Rayo jugase cómodo. Nacho Méndez cayó a la derecha, aunque se alternó con Pedro Díaz y Aitor García en esa línea que se situaba por detrás de Djuka. En un curso difícil, en el que Nacho Méndez llegó a entrenar apartado en verano, volver a jugar servía para que pudiese recuperar la sonrisa, como refuerzo para el equipo de un jugador importante y también a nivel personal. Pero en la segunda mitad tuvo que retirarse lesionado, entre lágrimas. Quizás lo menos importante fuera una rotura que le haga estar en el disco, sino la sensación de que este año no es el suyo, y que la oportunidad de ayer que quería aprovechar le salió rana.

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