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Zverev es su ídolo y tiene disciplina militar: así es Guille Rosas, la última perla de Mareo

El lateral del Sporting, “constante y corajudo”, tiene al tenista como uno de sus ídolos

Guille Rosas, jugando al tenis de pequeño

Solo le saca tres años, pero comparten muchas en común, como juventud, competitividad y hambre por triunfar. Alexander Zverev, el joven alemán que ha irrumpido con fuerza en el tenis para asumir el relevo generacional de los grandes –es ahora el séptimo del mundo–, provoca que el canterano del Sporting Guille Rosas se pase horas y horas sentado en el sofá viendo sus partidos de tenis. La raqueta es un deporte que siempre le encantó al joven lateral rojiblanco, al que también le gusta practicar el pádel.

Guille Rosas, a base de “personalidad y desparpajo”, como cuentan los que le conocen y le entrenaron, se ha abierto un hueco en el Sporting, ayudado por ese gen competitivo que le hace tener capacidad para disfrutar de cualquier deporte. Un camino que le ha permitido situarse ahora como el jugador con ficha del filial que más minutos ha disputado (550) este año con el primer equipo.

Desde la izquierda, Guille Rosas jugando al tenis, junto a Luis Enrique, y en un partido de infantiles con el Sporting. | LNE

Guille Rosas tiene camino por recorrer a sus 20 años. Ha jugado los últimos seis partidos de titular de forma consecutiva, igualando los que disputó Bogdan, su competencia en el lateral derecho, en el tramo inicial. La ausencia de éste último por un positivo en covid hace que Guille tenga por delante dos semanas, con cinco partidos, para seguir creciendo. “Es muy trabajador, encaja muy bien los palos que recibe para mejorar, y es muy competitivo, no se le pone nada por delante”, cuentan desde Mareo. Guille Rosas afronta su undécima temporada en el Sporting, club al que llegó procedente del Xeitosa. “Tenemos lateral para años”, subrayan en la escuela rojiblanca.

“Disciplinado, metódico, constante y corajudo, y con un punto de rebeldía y picaresca”, según los que más le conocen, Guille Rosas mantiene ese orden y sacrificio que le inculcó su padre Javi, marino de la Armada española, que estuvo en la guerra de los Balcanes y en otras misiones internacionales, y al que siempre le pedía que le trajese camisetas de los equipos de las ciudades en las que estaba de misión.

Javi Rico, exrepresentante

Su buena entrada en el primer equipo supone una satisfacción especial para Javi Rico, director deportivo de la entidad, que fue también su agente en el pasado. Representó a Guille por su condición de amigo de su tío Iván, jugador del Caudal y Siero en los noventa, y que también jugó con Rico. No solo es el director deportivo amigo de la familia, también Luis Enrique, seleccionador español, por ser de esa misma quinta que su tío. Que Guille Rosas se haya asentado en el primer equipo es también una alegría para Javi Castaño, su entrenador en los cadetes. “Tiene muchas cualidades. Técnicamente y físicamente es muy completo, un lateral con mucho recorrido, defiende y muy bien y ataca”, cuenta antes de añadir que no le ve techo. “Le da igual jugar en la calle con los amigos, en El Molinón o el Bermabéu. Compite siempre al máximo, no se para a pensar dónde está y eso lo beneficia”, explica.

Guille forma parte de la quinta del cole junto a otros de su año como Gragera, Gaspar Campos y Pablo García. Un grupo de compañeros y también amigos. Entre los que se incluye Javi Antuña, que fue tenista del Grupo Covadonga. “Guille es súper alegre y muy divertido, te ríes muchísimo con él y es muy generoso”, confiesa su amigo del colegio La Asunción. “Tiene ese gen muy competitivo, le gusta ganar siempre por encima de todo”, subraya su amigo, con el que además sigue ahora los partidos de Zverev y antes de Federer, su otra referencia en el tenis.

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