El Tenerife privó al Sporting de la victoria en El Molinón en la jornada sexta, en la que Zarfino empató el encuentro a cinco minutos del final. El gol de Pedro Díaz sólo sirvió para sumar un punto ante los chicharreros.
El Sporting acarició el triunfo en casa en la jornada 12 tras adelantarse por medio de un tanto en propia puerta de Fran García. A falta de cuatro para el final, Andrés Martín marcó para dejar el marcador en empate.
La victoria ante el Sabadell peligró después de que Aitor adelantara a los rojiblancos. El cuadro catalán igualó tras el descanso, en el minuto 69, hasta que la entrada de Gaspar al terreno de juego selló el triunfo con un doblete.
El Sporting atraviesa una de las fases más apretadas del calendario y se nota. El tropiezo en Las Palmas tras ver remontados los dos goles con los que se fue el descanso invita a analizar las consecuencias del sobresfuerzo al que se han visto sometidos los futbolistas en una campaña especialmente condensada por el covid-19 y la escasez de efectivos en plantilla. En quince días, los rojiblancos han recibido cinco tantos, casi la mitad de los que le han hecho en los dos meses y medio anteriores de competición, once. Da la casualidad de que esos cinco goles llegaron todos en la segunda parte y después de que el equipo de Gallego había conseguido ponerse por delante en el marcador. El entrenador reduce el efecto de lo visto en Gran Canaria a un bloqueo emocional, aunque puede no ser lo único.
Si bien es difícil de atribuir solamente a un desgaste físico que dos de los tres goles en Las Palmas llegaran nada más iniciarse la segunda parte, cuando los jugadores acababan de disfrutar del tiempo de descanso, sí es evidente que los minutos finales del encuentro, en los que llegó el tercero de los amarillos, mostró que hizo falta algo más de gasolina. Entre los más exigidos, los ocupantes de un centro del campo que en Gran Canaria, como en las dos jornadas anteriores, no contaban con un relevo natural en el banquillo. La que parecía la zona más poblada en verano ha sido la primera en resentirse.
La falta de recambio para Javi Fuego y Gragera en este tramo apretado de la temporada fue el precio a pagar por las bajas por lesión de Cristian Salvador y Nacho Méndez, a lo que hay que unir el nuevo rol de Pedro Díaz, en la apuesta de David Gallego por situarle de mediapunta y desplazar a Manu García a una banda. De esta forma, el centro del campo resistió hasta donde pudo, enlazando tanto el gijonés como el poleso cuatro jornadas consecutivas con pleno de minutos. Especialmente llamativo en el caso de Javi Fuego, quien la campaña anterior solía alternar titularidad con suplencia en las semanas en las que se concentraban dos partidos, como las que atraviesa ahora el Sporting.
Los datos, tozudos a la hora de reflejar la realidad de que las fuerzas, no sólo las del Sporting, escasean cuando hay más partidos seguidos, también indican una tendencia global de los rojiblancos a dejarlo todo para las segundas partes. Tanto en lo defensivo como en lo atacante. En números globales, el Sporting ha recibido 7 de sus 11 goles en contra tras el descanso, es decir, un 64% de ellos. Lo significativo es que es un conjunto que aprovecha especialmente las segundas partes para hacer daño al rival, anotando en esta franja 13 de sus 17 tantos a favor, es decir, el 77%.
Los tres goles recibidos ante Las Palmas, el aviso del Sabadell antes de que Gaspar remontara con un doblete, y el empate del Rayo sobre la bocina ponen en alerta al sistema defensivo, el punto más fiable de los de Gallego en el inicio de temporada. Pasado mañana llega a El Molinón el colista, el Albacete, mientras el conjunto rojiblanco se ejercitó en la tarde de ayer en Mareo tras viajar desde Las Palmas. Los de Gallego hicieron trabajo regenerativo y esta mañana comenzarán a preparar el duelo ante los manchegos, para el que no se espera recuperar a los lesionados Nacho Méndez, Cristian Salvador y Valiente, ni a Bogdan, que continúa en Ucrania tras dar positivo por covid-19.
