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Vázquez, el jugador del Sporting que vivió 14 vidas tras dejar el club

“Iba a colgar las botas, pero jugaré en enero en Gibraltar”, dice el lateral zurdo que debutó con Marcelino y compaginará su decimocuarto equipo con su trabajo en una taberna gaditana

Vázquez, exjugador del Sporting, en el Tabanco El Sabio, local hostelero gaditano en el que trabaja.

Ha jugado previas de la UEFA en Suecia y Armenia; defendido tres escudos diferentes en una sola temporada y hasta ha montado un bar en plena pandemia. La vida de Alejandro Vázquez Sotorrio (Gijón, 16-3-1983) ha sido intensa tras debutar con el Sporting en 2003 y hacer las maletas a la campaña siguiente dejando atrás catorce años en Mareo. “Ahora iba a colgar las botas, pero surgió una oportunidad y jugaré a partir de enero en el Lynx de Gibraltar”, explica el gijonés sobre el que se convertirá en su decimocuarto equipo tras vestir de rojiblanco. Mientras tanto, compagina el fútbol con su trabajo como encargado en Tabanco El Sabio, una taberna ubicada en Los Barrios, localidad gaditana donde reside. Allí también jugó.

Linares, Levante, Alicante, Ceuta, Barakaldo, Torrevieja, Cultural Leonesa, Arandina, Tuilla, Europa de Gibraltar, Avilés Industrial, Lucena, Los Barrios y en unos meses, el Lynx. Esa es la lista de equipos en los que ha jugado Vázquez tras un paso demasiado fugaz por el primer equipo después de años como uno de los jugadores prometedores de la cantera. “El año que debuté con Marcelino estaba Dorado y era difícil tener minutos. A final de temporada tuve una oferta del Castilla. Lo tenía hablado ya con ellos y sólo faltaba el acuerdo entre clubes. El Sporting no me dejó irme y la temporada siguiente ya se torció todo”, explica el gijonés.

Vázquez se había quedado fuera de los planes de Ciriaco Cano, cerró su etapa en el Sporting e hizo las maletas para disgusto de su abuelo Joaquín, el hombre que no se perdió un solo entrenamiento de su nieto desde que empezó a despuntar en el equipo del Colegio Montevil, ahora Severo Ochoa, conjunto desde el que llegó a Mareo en benjamines. Excompañero de Omar Sampedro, Pedro Santa Cecilia o Javi Fuego, “el jugador más inteligente con el que jugué”, Vázquez encontró en el Linares la felicidad. “Fueron tres años bonitos. Era Segunda B pero en un estadio grande y ante gente apasionada, como la de El Molinón”, recuerda. No cambia por nada, en todo caso, los nervios del debut de rojiblanco. “Es mi mayor orgullo y la mayor recompensa al trabajo por conseguirlo. Fue en un partido en el que visitábamos al Poli Ejido, estaba en el vestuario muy tenso y recuerdo una frase de ‘El Camión’ (el argentino Christian Díaz), que me relajó: ‘Tranquilo, jugá como entrenás’. Me salió un buen partido”, sentencia.

Padre de una niña de 12 años, Irune, en su memoria siguen frescos recuerdos como enfrentarse a Iniesta en el torneo de Brunete o su primera experiencia en el fútbol de Gibraltar

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Padre de una niña de 12 años, Irune, en su memoria siguen frescos recuerdos como enfrentarse a Iniesta en el torneo de Brunete o su primera experiencia en el fútbol de Gibraltar. “Allí hay una liga de 14 o 16 equipos; el primer juega previa de Liga Campeones y los dos siguientes, previa de Liga Europa. Fue así como pude viajar por el continente con el Europa de Gibraltar”, señala. Ahora trata de no perderse ni un partido del Sporting por televisión. “Ya vimos en Las Palmas que la Segunda es muy complicada. Un partido controlado se te va. La realidad es que estamos mucho mejor que estos años atrás. Hay un equipo compacto y con Djuka muy metido en plan goleador. Me hace feliz ver por fin muchos gijoneses en el once. Ahora, pasito a pasito. No vamos a cargar de expectativas y presión a estos chavales. Ganas de ascenso las tenemos todos”, concluye Vázquez, dispuesto a sumar aventuras a su movida relación con el fútbol. 

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