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Las claves de Borja López, el jefe de la defensa del Sporting: así lo ven Abelardo y Brito

El gol que dio la clasificación al Sporting en la Copa culmina la redención del defensa gijonés: "Lo importante es su humildad"

Borja López, en Mareo

Hubo algo de justicia poética para Borja López en ese doble remate, al límite del tiempo, frente al Quintanar del Rey. Fue la recompensa para un jugador que, después de vivir el ostracismo más absoluto la pasada temporada con José Alberto López y Miroslav Djukic, ha pasado a indiscutible para David Gallego. En realidad, un vaivén muy propio de un jugador que fue traspasado al Mónaco por más de dos millones de euros pocos meses después de debutar como profesional y que rodó por seis equipos antes de volver a sus orígenes.

Borja López Menéndez (Gijón, 2 de febrero de 1994) se presentó en sociedad para el gran público el 1 de noviembre de 2012, con 18 años, cuando José Ramón Sandoval le dio la titularidad en un partido de Copa del Rey frente a Osasuna en El Molinón (1-0). Quince días después, también en casa, recibió la alternativa en la Liga y se asentó como titular, hasta el punto de que su sonado traspaso al Mónaco (por 2.200.00 euros, según la web especializada Transfermarket) sirvió para aliviar la delicada situación económica del Sporting.

No le salió bien la aventura monegasca al gijonés, que tras sucesivas cesiones (Rayo Vallecano, Deportivo y Arouca portugués) se marchó libre al Barça B. Incluso, en su segunda temporada de azulgrana, Luis Enrique le permitió debutar con el primer equipo en un partido de Copa del Rey frente al Hércules. En 2017, el Hajduk Split de la Liga croata le contrató tras pagar 200.000 euros al Barça y en 2019 fue uno de los protagonistas de la “operación retorno” del Sporting, que tuvo que abonar 50.000 euros al Hajduk.

“La clave de Borja, como de todos los jugadores que llegan, es la humildad”. Palabra de José María Fernández de Brito, el técnico que guió los primeros pasos del defensa en el Xeitosa. Ya entonces, Borja López destacaba por las condiciones que le llevaron al profesionalismo, como explica Brito: “Tenía mucha potencia, fuerza y la técnica suficiente para pasar a jugar en campo”. Brito considera que en casos como el de Borja “siempre hay detrás unas familias fabulosas, que fomentan el trabajo, en ir poco a poco”.

Técnicos que le conocieron en sus primeros años en Mareo confirman el diagnóstico de Brito. Con una gran planta y buena salida del balón, Borja López incluso alternó como mediocentro en cadetes y juveniles. Hasta que se asentó como un defensa central con todos los pronunciamientos favorables para llegar al primer equipo. Así lo vio también Abelardo Fernández, que de centrales sabe un poco, en su etapa al frente del filial: “Lo subí del juvenil porque, al margen de sus condiciones futbolísticas, se veía que era un chaval muy centrado, muy serio”.

“Llamaba la atención porque, para su estatura, no era lento”, añade Abelardo. “Es un central zurdo, que no abundan, y sacaba muy bien el balón jugado. Cuando era juvenil le faltaba mejorar algunos conceptos defensivos, como el posicionamiento o la anticipación, pero apuntaba muy alto”.

Abelardo considera que el salto de calidad que ha dado esta temporada es la consecuencia lógica de un proceso de maduración: “Ha cogido experiencia, ese poso tan importante para un defensa. Con Babin forma una pareja muy buena de centrales”. El exjugador y extécnico sportinguista prefiere no hacer elucubraciones sobre la suplencia de Borja la pasada temporada: “Esas cosas pasan en todos los equipos. Tanto José Alberto como Djukic decidían en función del rendimiento de los jugadores en los entrenamientos”.

Brito, que tampoco quiere ver nada extraño en el bache de Borja López la pasada temporada, sí apunta un aspecto en el que tiene margen de mejora: “Necesita sentirse líder, notar confianza, para dar lo mejor de sí”.

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