El Sporting comunicó esta mañana que la vuelta a los entrenamientos será individual y en casa. El club explicó en una nota que “lo hace como parte del contexto preventivo en el que se encuentra en estos momentos” tras el brote de covid detectado tras la vuelta de las Navidades. El club rojiblanco todavía espera el resultado de las pruebas PCR efectuadas ayer. 

“Cada jugador ha recibido unas directrices para poder llevar a cabo este trabajo físico, a la espera de que se concreten los siguientes horarios y escenarios para los entrenamientos. El próximo partido del Sporting es liguero, señalado para el 4 de enero, frente al Lugo, en su campo del Anxo Carro”.

El Sporting se remite a los resultados de los test PCR, realizados ayer a los jugadores, técnicos y personal relacionado con la primera plantilla, para valorar la posibilidad de pedir la suspensión del próximo partido de Liga, el lunes día 4 de enero en el Anxo Carro frente al Lugo.

“Vamos a ser prudentes y esperar”, señaló a LA NUEVA ESPAÑA el entrenador rojiblanco, David Gallego, a la salida de las instalaciones de Mareo, sobre las opciones de jugar en Lugo tras conocerse que seis jugadores de la primera plantilla y dos trabajadores habían dado positivo en un test de antígenos el domingo. Según el protocolo de la Liga, el mínimo de jugadores profesionales en el campo se reduce de siete a cinco cuando las bajas tienen relación con el covid-19.

Conocer el resultado de los PCR es el primer paso para saber qué deparará al Sporting el futuro inmediato. Pero ayer en el seno de la plantilla había preocupación por lo que puede ocurrir si se confirman los positivos, ya que hay quien teme que haya más casos.

Y es que durante la pasada semana algunos jugadores acudieron a Mareo para entrenarse voluntariamente, por lo que no se descarta la posibilidad de que estuvieran en contacto con los compañeros que dieron positivo. Sería un cúmulo de mala suerte ya que los jugadores que optaron por acudir a Mareo a entrenar para mantener la forma lo hicieron para reducir sus contactos con gente ajena a la burbuja rojiblanca.