La crisis provocada en el Sporting por el brote de coronavirus que suma 34 positivos y más de 120 contactos estrechos vivió ayer otra jornada frenética. Para empezar, Javier Martínez, vicepresidente del Sporting, socio del grupo hostelero Gavia y vicepresidente de Otea, tuvo que explicar que el epicentro del problema no fue una celebración con jugadores rojiblancos en el Bellavista, uno de los locales que tiene en Gijón, aunque sí reconoció que estuvieron tomando algo. “No hubo ninguna fiesta. Los futbolistas estuvieron en el local cumpliendo todas las medidas sanitarias”, aseguró Martínez.

El día estuvo cargado de reacciones cruzadas desde todos los frentes desde primera hora de la mañana, en la previa del partido que el Sporting juega hoy en Lugo (21.00 horas, Gol). La jornada comenzó pronto en Mareo. La inauguró David Gallego con la rueda de prensa previa al choque en el Anxo Carro contestando únicamente a las preguntas deportivas. El club le impidió responder a todas las relacionadas con los contagios.

El técnico catalán se mostró cauto y confió en poder formar un buen once. Luego llegó la convocatoria más esperada ante los nueve positivos del Sporting, que en ese momento seguían siendo un misterio. Las ausencias fueron las de: Mariño, Guille Rosas, Pelayo Suárez, Nacho Méndez, Gragera, Manu García, Pedro Díaz, Gaspar Campos y Pablo Pérez. Precisamente Gaspar Campos reveló por la tarde ser uno de los contagiados y aclaró que “no he participado en ninguna fiesta o acto social”. Al cierre de esta edición era el único que lo había hecho.

Además, se conoció que no se habían detectado más positivos derivados del cribado masivo de las 400 pruebas PCR que se realizaron el sábado. Mientras, el Sporting, la Liga y el Principado estudian el origen del brote del club rojiblanco, que estaría en una fiesta que tuvo lugar en el domicilio de un jugador el día 21 de diciembre tras el empate ante el Leganés. Al citado evento acudieron varios jugadores y allí tuvo lugar el primer contagio. Luego, estos mismos futbolistas, asintomáticos y sin tener constancia de su infección, habrían ido a diferentes locales gijoneses durante las fiestas de Navidad.

El Sporting se pronunció ayer por primera vez durante la crisis y apuntó a que “el origen del brote se debería situar en el ámbito social o familiar de personas domiciliadas en Gijón”. Uno de los lugares a los que acudieron los jugadores del Sporting fue el Bellavista. Al menos dos sportinguistas fueron a ese local el día de Nochebuena. Lo hicieron tras comer en un restaurante y tomar café en otro, según confirmó a este periódico Javier Martínez. Los tres locales son del Grupo Gavia, del que Martínez es socio. Y ese día al menos dos jugadores del Sporting estuvieron en una de las salas del restaurante Bellavista junto a otros jóvenes.

El vicepresidente del Sporting y de Otea aseguró que los jugadores cumplieron las medidas de prevención y que “estuvieron en una sala en la que hay doce mesas con cuatro asientos en cada una”. Los futbolistas del Sporting, según Martínez, abandonaron el local alrededor de las 21.00 horas. Desde hace días se han difundido numerosas imágenes y fotografías de ese día en las que aparecen varias personas y algún jugador del Sporting sin guardar la distancia de seguridad y sin utilizar mascarilla.

Precisamente ayer, el Principado pidió extremar la precaución a los más jóvenes de Gijón, Avilés, Castrillón, Corvera y Gozón ante los brotes. “Es verdad que eso está mal hecho (no llevar mascarilla y no guardar distancia), pero al local no le demoniza. No siempre se puede cumplir al 100% y hay cosas que se hacen mal, pero es un local de 400 metros cuadrados donde no hay más de 50 personas”, explicó Martínez sobre lo que se ve en los vídeos y en las fotografías.

Esas imágenes forman parte de la información que está recabando la Delegación del Gobierno para decidir si se abre una investigación sobre lo sucedido. Además, dicho organismo peinando las redes sociales ante la posibilidad de que existan más imágenes. Martínez sostiene que el local estaba abierto y que cualquier persona era libre, si había sitio, de entrar en la citada sala en la que estaban los jugadores del Sporting.

Según él, pues, no existió una fiesta privada. Y en este ambiente enrarecido, al inicio de la tarde de ayer en el Bellavista reinaba una calma extraña. Los pocos comensales que habían alargado la sobremesa a esta hora del domingo parecían ajenos a la polémica. “¿Brote? No sé, yo acabo de estar ahí y lo vi todo normal. Se dice eso de que el virus está en las personas y no en los sitios”, comentaban algunos de estos clientes a la salida. Los encargados del negocio, por su parte, abogaron por la prudencia: “Todo lo que teníamos que decir ya está dicho en un comunicado”.

Se remiten, por tanto, a la versión oficial transmitida por Gavia como empresa y en que se insiste en la línea de Javier Martínez: el local no ha albergado ninguna fiesta privada y que el negocio ha respetado siempre las medidas de seguridad. El Sporting, por su parte, se remitió al comunicado difundido por la mañana y eludió valorar la situación en la que queda su vicepresidente. La entidad sostiene en todo momento que los contagios tuvieron lugar después del 21, en las vacaciones de Navidad y que ocurrieron en la vida privada de los futbolistas. Los jugadores del Sporting, no obstante, tuvieron instrucciones en las que se les indicaba que lo mejor era restringir lo máximo posible su vida social.

El Sporting recalcó que “en todo momento se siguió el protocolo marcado por la Liga, sin que se detectara ni un solo contagio más entre el resto de la plantilla después de la realización, entre el domingo 28 y el día de hoy (por ayer), de tres pruebas PCR y de seis pruebas de antígenos, además de una serológica”, sostiene el Sporting. Asimismo, el club descartó la conexión con la cepa británica y confirmó un contagio de otro jugador de las categorías inferiores, infectado en su entorno familiar. Los futbolistas también mantienen un estricto silencio sobre lo sucedido. De hecho, varios jugadores han dado la orden directa a sus más cercanos de no hablar con nadie del brote de covid.

Este pacto de silencio lo eludió Gaspar preocupado ante lo que está ocurriendo: el canterano reconoció ser uno de los infectados y negó haber estado en una fiesta. El día dejó reacciones desde otros frentes.

El presidente de Otea, José Luis Álvarez Almeida, no quiso profundizar ayer sobre lo sucedido y se limitó a decir que “las empresas tienen que cumplir y los clientes también. Nos falta información para poder tener una opinión clara”. César Telenti, que fue candidato en las elecciones de Otea que ganó Almeida, también quiso dar su opinión y exigió que la patronal “aclare el grado de responsabilidad de dos de sus principales directivos (Javier Martínez, vicepresidente de Otea, y Ángel Lorenzo, presidente de Otea Gijón), en el brote de covid que se investiga en el Sporting”.

“No puede quedar sombra de duda alguna sobre cargos tan importantes como la vicepresidencia de Otea Asturias y la presidencia de Otea Gijón porque representan a todo el sector”, dijo Telenti. Por su parte, el Observatorio de Salud de Asturias, dependiente del Principado, trasladó ayer un mensaje de prudencia: “Lo llevamos repitiendo durante estos días: cautela y responsabilidad. Un brote de 6 personas en una cena o fiesta puede derivar en más de 30 contagios y más de 120 personas con contacto estrecho con los contagiados. Seamos prudentes en estas fiestas: el virus sigue en 2021”.