El Real Sporting volvía a la competición tras el parón navideño, en mitad de la tormenta mediática a raíz de la exclusiva que publicaba LA NUEVA ESPAÑA el pasado sábado 2 de Enero, según la cual el brote de covid que afectaba al club, habría desencadenado un número de contagios superior a los cien, estando un conocido establecimiento hostelero, propiedad del vicepresidente de la entidad, en el centro de todas las miras.

Siendo en lo social mayúsculo el escándalo, y de consecuencias que aún habrá que esperar para determinar, en lo deportivo supuso el que David Gallego tuviera que ingeniárselas para hacer frente a las numerosas bajas provocadas por el contagio de una parte de sus jugadores.

De mano, Christian Joel ocupó el puesto de Mariño bajo palos. En la defensa, línea de cuatro con Bogdan, Borja, Babin y Saúl. En el centro del campo debutaba Cristian Salvador, acompañado por Fuego y Cumic y Aitor en bandas. La mediapunta quedaba para Carmona, manteniéndose Uros arriba, con sus diez goles como máxima amenaza para los del Anxo Carro. Visto lo visto, un once que para sí quisieran algunos equipos de esta igualada División de Plata.

Con el Lugo decimocuarto en la clasificación, un poco en tierra de nadie, y el Sporting sexto, sabedor de que cualquiera que fuera el resultado, mantendría esta posición de privilegio, parecía claro que el partido de partida no sería un correcalles.

Y así fue: apenas hubo lugar para fútbol durante el primer cuarto de hora, con dos equipos tanteándose, sin un tiro entre los tres palos y sobre un césped que se mostraba especialmente rápido, habida cuenta de la humedad que sobre el mismo provocaban los cero grados de temperatura. Quienes más sufrían esta no obstante, eran los jugadores sentados en la grada, abrigados a más no poder.

Hubo que esperar a una contra en el minuto 17, en la que una internada de Aitor por banda izquierda, sirvió una gran asistencia a Cumic, colado entre ambos centrales, pero que el serbio no supo ajustar lo suficiente para superar al guardameta lucense, Cantero, muy bien colocado. Una clara oportunidad que se perdía.

Una chilena en el minuto 23 de Carrillo que se iba fuera por poco por encima de larguero, y que fue no obstante desviada para mayor seguridad a saque de esquina por Joel, fue lo más destacado por parte de los locales en los primeros veinticinco minutos.

El partido seguía así sin un claro dominador, ofreciendo un espectáculo muy poco vistoso para los espectadores que pudieran estar presenciándolo a través de la pequeña pantalla. Tampoco era de sorprender, si tenemos en cuenta que si el Lugo hasta la fecha, había logrado 8 de sus 9 victorias por la mínima, el Sporting no le iba tampoco a la zaga, con 7 de 9. A los de David Gallego les quedaba la espinita de no haber logrado la victoria en sus últimas cuatro salidas.

Volvió a tener el Sporting una nueva ocasión que requirió la intervención de Cantero, quien protegió su primer palo ante un disparo algo defectuoso con la zurda de Djuka dentro del área, cuando se cumplía la media hora de juego.

Sólo un minuto después Cristian, con chut que se le fue arriba, parecía inclinar definitivamente la balanza hacia los rojiblancos, en este caso vestidos de malva. No era el día más indicado para lucir la tercera equipación, que además cromáticamente, hubiera destacado menos frente a la del Lugo.

Llegando a la recta final del primer tiempo, con el Sporting dominando la posesión e intentando llevar la iniciativa, lo intentó también Carmona desde fuera del área, sin demasiado acierto.

Sin duda el Sporting echaba en falta a los jugadores que en el centro del campo más juego son capaces de generar, siendo tanto Cristian como Javi Fuego (que celebraba sus 37 años vestido de corto), jugadores de corte más defensivo.

Dispuso el Sporting de la última jugada del primer tiempo, con un saque de esquina que botó Carmona, sin ningún peligro. Hay cosas que el cambio de calendario por sí mismo no va a variar.

Se llegó de este modo al descanso con empate a ceros, en una primera parte de poca calidad y muy poco ritmo, donde quizá el Sporting llegó más, pero sin que tampoco se pudiera decir que el resultado al intervalo fuese injusto para los méritos (o deméritos) contraídos por unos y otros.

Comenzó la segunda parte sin cambios en el Sporting, y con la niebla cayendo sobre el Anxo Carro. En el Lugo sí que se produjo un cambio, entrando Moctar Sidi El Hacen por Gerard Valentín, quien pudiera haber jugado con cinco tarjetas amarillas. Ya tenemos lío a la vista.

Con el Sporting mostrando mayor dificultad que la que había tenido en la primera parte, para llegar al área rival, las acciones sportinguistas pasaban por pases horizontales en línea de defensa, encontrándose mucho más cómodo el Lugo en los primeros compases del segundo tiempo.

Alcanzada la hora de juego, al Sporting se le notaba falta de un plus de agresividad o de movimiento en zonas de peligro, con Uros aislado en punta de ataque, sin recibir balones con los que poder inquietar a Cantero.

En el minuto 66 se produjo una sustitución con tintes nostálgicos para el sportinguismo, al entrar Rober Canella por Luis García, lesionado.

Entre numerosos errores no forzados (nada menos que 70 en el caso del Sporting), el partido no podía ser más aburrido, sin ninguno de los dos equipos atreviéndose a dar un paso adelante más allá de lo estrictamente necesario.

Cristian puso algo de ‘picante’ con una entrada por detrás, cortando un avance peligroso del Lugo y que fue merecedora de la primera cartulina del partido. Corría el minuto 73. Hasta entonces, partido de guante blanco para el colegiado castellano-manchego, Arcediano Monescillo.

Cumplido el minuto 78, David Gallego realizó su primer cambio, mostrando con él que no se conformaba con el empate: Alvaro entraba por un muy desafortunado Cumic, uniéndose así el catalán a Uros en ataque, y cayendo Carmona a banda derecha en el centro del campo.

Una falta inocente de un veterano como Carmona en el minuto 81, pudo suponerle un disgusto al Sporting. El saque de falta en la lateral del área izquierdo de la meta de Joel, acabó con el balón en la red, pero la posición de Moctar Sidi El Hacen, era clara de fuera de juego.

En el minuto 85 David Gallego le dio descanso a un Cristian Salvador, que cumplió con la función que se le había encomendado. En su lugar entró Marc Valiente.

De ahí al final, más de lo mismo, o sea: nada de nada. Algún saque de esquina para los sportinguistas en tiempo de descuento (hasta tres consecutivos), pero con el consabido resultado de siempre.

Con 33 puntos (a la espera de en lo que acaba esa supuesta alineación indebida), el Sporting se mantiene sexto en la clasificación, sin lograr superar así ni a Rayo ni Leganés, ambos con un punto más que los rojiblancos. No es mal resultado habida cuenta de las bajas con las que llegaba, ante un equipo como el Lugo muy sólido en casa. Prevalecieron los miedos y el resultado final en estos casos está cantado: empate a cero y a aburrimiento.

El próximo encuentro liguero lo tendrá el Sporting el domingo ante el Fuenlabrada, si bien antes, este mismo jueves, tendrá que viajar a Amorebieta, para enfrentarse en Copa al equipo de la localidad vasca. Veremos si pudiera obrarse el milagro de ir recuperando a alguno de los jugadores contagiados. Parece complicado.

Post Scriptum: desde que el fútbol es fútbol, en cualquier vestuario, siempre ha habido jugadores más díscolos y otros mucho más responsables. Al final, es labor y obligación tanto del club como del propio entrenador, que los primeros no acaben contagiando su falta de profesionalidad a los segundos, sino que a poder ser, sea a la inversa. Y hay ocasiones donde una no renovación a tiempo pudiera ser una vacuna a futuro.