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El último choque entre Delegación del Gobierno y el Sporting: malestar por el partido de Copa

El organismo afea al Sporting que vaya a meter público ante el Betis mientras que Sanidad da su visto bueno

El Molinón

El “evento Sporting” no es el único suceso vinculado al covid que está haciendo perder el sueño y el apetito a más de uno en el seno de la entidad rojiblanca. Incluso una pequeña luz al final del túnel, un brote verde como la posibilidad de que vuelva la vida a las gradas de El Molinón, aunque sea de manera testimonial con 300 espectadores, se está convirtiendo en un dolor similar, cuentan algunos, a expulsar una piedra del riñón.

El último tormento se produjo ayer: la Delegación del Gobierno reprochó al Sporting que con la que está cayendo vaya a permitir público en el estadio. El reproche gubernativo choca con los parabienes de la consejería de Salud, que ha dado el visto bueno a la “operación” a pesar de que la pandemia sigue golpeando duro en el Principado.

El club guarda silencio en todo lo que está relacionado con el covid. En el mejor de los casos las preguntas se responden con otras preguntas. Incluso ayer cuando Delia Losa, delegada del Gobierno en Asturias, aseveró que los implicados en el brote de coronavirus vinculados al Sporting sufrirán sobre sus hombros todo el peso de la ley.

Aunque en algunas estancias del club el enfado con todo lo que está pasando desde que estalló la crisis es evidente.

La sensación es que las relaciones del Sporting con la Delegación del Gobierno y con otras instituciones regionales no pasan por su mejor momento. Cuanto menos lo que se atisba es una guerra fría.

El último episodio con el partido de Copa del Rey que el domingo el Sporting jugará en El Molinón ante el Betis (16.00 horas) de fondo así lo atestigua. El club rojiblanco lleva días haciendo todas las consultas necesarias para que 300 elegidos de los suyos vuelvan a ver un partido en directo ya ni se sabe cuántos encuentros después.

Lo primero que hizo el club gijonés fue elevar una consulta a Sanidad, en estos tiempos la consejería estrella del ejecutivo que preside Adrián Barbón. El Sporting tenía varias dudas: si podría meter en El Molinón a más de 300 espectadores, si la cifra era inamovible o si todo se venía abajo ante las nuevas restricciones anunciadas por el Principado por el repunte de los casos.

Sanidad dio luz verde a lo ya previsto: 300 espectadores y ni uno más. El Sporting, con un campo con capacidad para casi 30.000 personas y perteneciente a la potente Liga de Javier Tebas, iba a poder meter a tanta gente como cualquier equipo de la región. Los rojiblancos asumieron la medida y se pusieron a trabajar.

Así que el Sporting, cuyo presidente ya presumió en la junta de accionistas celebrada a finales de diciembre que la entidad había sido de las primeras en tener listo el protocolo para la vuelta del público a los campos, anunció cómo sería la elección de los abonados que pasarán a la historia sportinguista por ser los primeros en ver en directo un partido tras casi un año de pandemia. Sin ir más lejos, el club hizo ayer públicos los números del carné de los 300 abonados que podrán asistir al Sporting-Betis.

Paralelamente, el club se puso manos a la obra para organizar todo el operativo de seguridad necesario. Y fue entonces cuando se conoció que la Delegación del Gobierno no ve con buenos ojos el regreso del público a El Molinón.

Fuentes de la Delegación matizan este extremo y aseguran que simplemente hubo una conversación entre la persona del organismo que hace de enlace en materia de seguridad con su homólogo en el Sporting.

Pero la guerra fría está ahí. Aunque el Sporting no dará marcha atrás a su decisión tras recibir 1.256 solicitudes para ver el partido. El club atenderá 300. Y serán las comprendidas entre los números de abonados 1 y 1.452, ambos inclusive.

Está previsto que el Sporting se ponga hoy en contacto con los “afortunados” para darles a conocer la normativa, horario y protocolo de acceso a El Molinón. Y así, con reproches o sin reproches, volverá el fútbol con público al campo más antiguo de España.

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