Últimamente, las referencias goleadoras en el Sporting tienen acento serbio. Uros Djurdjevic (Belgrado, 2 de marzo de 1994) va camino de batir la marca que estableció su compatriota Stefan Scepovic (Belgrado, 10 de enero de 1990) en la temporada 2013-14, de 23 goles en 39 partidos. Con su triplete del sábado, Djuka está a solo nueve goles de superar ese registro, el mejor de un delantero del Sporting desde los ya lejanos tiempos de Enrique Castro, Quini, que llegó a 24, y en Primera División, en la temporada de su marcha al Barcelona. Ni siquiera David Villa, en sus dos temporadas en el primer equipo rojiblanco, fue capaz de acercarse a esas cifras (18 y 20).
Scepovic fue la revelación de la temporada 2013-14. Llegó procedente del Partizán, cedido, y pronto se convirtió en el ídolo del sportinguismo: marcó en las cinco primeras jornadas y en la séptima, frente al Eibar en El Molinón, se salió con un hat-trick. Scepovic fue clave para que el Sporting se clasificase para el play-off de ascenso, aunque su producción goleadora menguó en la recta final de la temporada. Solo marcó dos goles en las últimas diez jornadas y no anotó en ninguno de los dos partidos de la promoción, frente a Las Palmas. El Sporting ejerció la cláusula de compra de Stefan, por un millón de euros, para inmediatamente traspasarlo al Celtic de Glasgow por dos millones y medio, según la web Transfermarkt.
Djurdjevic fue la gran apuesta de Miguel Torrecilla en su segunda temporada al frente de la secretaría técnica sportinguista, hasta el punto de pagar dos millones y medio de euros al Olympiacos griego por su contratación en el verano de 2018. Tras una primera campaña prometedora (11 goles en 38 partidos), Djuka se vio arrastrado por las malas sensaciones del equipo la pasada temporada, en la que solo anotó seis en 37. Ahora ya lleva 15 y, a la espera del partido de hoy del Espanyol en Lugo, supera por dos goles a Raúl de Tomás en la lucha por el “pichichi” de la categoría.
A la hora de explicar su explosión goleadora, Djuka siempre pone el acento en la mejoría del equipo y también en la confianza de David Gallego. El técnico catalán tuvo muy claro desde el principio que Djurdjevic tenía que ser su referencia en el ataque, acabando su alternancia con Álvaro Vázquez, y a estas alturas es el único integrante de la plantilla que ha participado en los 24 partidos de Liga. Los balones largos a Djuka son una solución cuando los rivales cierran todas las salidas para que el equipo rojiblanco apueste por el juego combinativo.
Además del aspecto deportivo, Djuka se encuentra muy a gusto en Gijón, por lo que en 2019 aceptó ampliar su contrato con el Sporting hasta el 30 de junio de 2023. El delantero serbio siempre dice que su gran objetivo profesional es lograr el ascenso y jugar en Primera con el Sporting. Con sus goles será más fácil. Como referencia, en la jornada 24 de la Liga 2013-14, Scepovic llevaba 17 goles. Claro que entonces la delantera sportinguista se completaba con otro serbio, Lekic, que anotó 12, mientras que ahora, tras Djuka, en el Sporting se abre un desierto rematador: Gaspar Campos y Aitor García han marcado dos. Y con uno figuran Gragera, Pedro Díaz, Manu García, Álvaro Vázquez y Cumic, que inauguró su cuenta el sábado en Logroño.
Otro “hat trick” con acento serbio casi ocho años después
Los tripletes goleadores en el Sporting se venden muy caros. El último fue el que logró Sanabria en Primera ante la Real Sociedad. Pero hacía casi ocho años que un jugador rojiblanco con acento serbio no se llevaba el balón a su casa tras conseguir un “hat-trick”. Fue el que logró el 28 de septiembre de 2013 Stefan Scepovic, en un partido frente al Eibar en El Molinón que acabó con victoria gijonesa por 3-2. Mucho más lejos hay que ir para el último precedente de un triplete fuera de casa. En este caso el protagonista fue un delantero croata idolatrada por la afición, Mate Bilic, por su contribución al ascenso en la temporada 2007-08. Al inicio de la campaña siguiente, en el Sánchez Pizjuán, Bilic marcó tres goles en el primer tiempo (minutos 17, 19 y 45 de penalti). No sirvieron para puntuar: el Sevilla acabó ganando 4-3.
