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El escaparate del “pichichi”

Los máximos artilleros en Segunda de los últimos años acabaron jugando en la élite después de traspasos millonarios

Uros Djurdjevic celebra un gol con el Sporting en Las Gaunas LOF

No hay nada más escaso, y por tanto más caro, en el mundo del fútbol que el gol. Así lo sufrió el Sporting en el presente mercado invernal, donde se las vio y se las deseó para encontrar un punta con el escaso margen salarial del que disponía. Una problemática que no es exclusiva del club rojiblanco, sino que sufren todos los equipos del panorama futbolístico actual, que saben que si quieren contar con los servicios de un delantero que asegure una buena cifra goleadora van a tener que sacar la chequera.

Por ello, un buen goleador no suele durar mucho en la Segunda División española. De los últimos diez “pichichis” de la categoría, únicamente tres de ellos permanecieron en la categoría de plata el año siguiente, ya que la inmensa mayoría de ellos cambiaron de equipo tras fichar por un club de Primera.

Un camino que quién sabe si tendrá que recorrer también el actual máximo artillero de Segunda, el sportinguista Uros Djurdjevic, que suma 15 goles en 24 jornadas. Las necesidades económicas rojiblancas podrían hacer que a final de temporada tuviera que producirse una venta de algún jugador importante, y el serbio cada vez tiene más papeletas, toda vez que el gol es el bien más preciado en el mercado actual.

Así, las direcciones deportivas de la categoría reina del fútbol español están siempre muy atentas para pescar entre los máximos goleadores de la Segunda División. Pero no son los únicos. Los clubes extranjeros ponen el foco cada vez más en los artilleros más certeros de la categoría de plata española. Y lo hacen, habitualmente, desembolsando una buena cantidad de dinero.

El caso más emblemático es el del atacante uruguayo Darwin Núñez, por el que el Benfica portugués pagó este verano 24 millones de euros después de que el delantero anotase 16 goles durante la temporada en Segunda División. Solo uno más de los que actualmente lleva el sportinguista Uros Djurdjevic: 15. Los mismos tantos que anotó Enric Gallego con el Extremadura antes de que el Huesca desembolsara 3 millones de euros por él y uno menos de los que firmó Quique González cuando el Eibar pagó al Dépor 3,3 millones.

También acabó recalando en una Liga extranjera Jonathan Soriano, “pichichi” de la 2010-11 con 32 goles en las filas del Barça B y que fichó por el Salzburgo. O Álvaro Giménez, que tras anotar 20 goles con el Almería en la 2018-19 cogió un vuelo rumbo a Birmingham.

No obstante, lo más habitual es que estos jugadores terminen por jugar la temporada siguiente en la Primera División Española. Así lo hicieron Charles, por el que el Celta pagó un millón de euros al Almería en la 2012-13 o Viguera, que por el mismo importe hizo las maletas del Alavés al Athletic el año siguiente, tras marcar 25 tantos. También en Primera recaló Sergio León, que cambió el Elche por el Osasuna por 1,7 millones de euros tras anotar 22 goles en la 2015-16. O Jaime Mata, que tras acabar contrato con el Valladolid recaló gratis en el Getafe tras marcar 33 goles en la 2017-18.

El “pichichi” del año anterior, Joselu, también cambió gratis de equipo, después de hacer 23 dianas, dejando el Lugo para firmar por el Granada, aunque este militaba en Segunda. Otros, sin embargo, decidieron seguir en su equipo. Es el caso de Stuani, que tras marcar 29 goles el año pasado siguió fiel al Girona a pesar de no lograr el ascenso. Tampoco cambió de camiseta Rubén Castro en la 2014-15 en la que anotó 31 goles con el Betis, aunque su equipo sí subió a Primera.

Ulloa, que hizo 28 goles con el Almería en la 2011-12, siguió un año más con los andaluces en Segunda, aunque al año siguiente se fue a la Liga inglesa, donde llegó a mover 12 millones de euros y alzarse campeón con el Leicester de Rainieri.

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