El malestar se ha instalado entre los padres de los jugadores de la Escuela de Fútbol de Mareo ante la falta de actividad y la escasa información que les facilita el club respecto al posible inicio de los entrenamientos y las competiciones o al futuro de sus hijos en la entidad. Tanto es así que ya hay algunos que están optando por borrar a sus hijos del club rojiblanco para que puedan ir a otro equipo en el que sí puedan entrenar. El Sporting es de los pocos clubes que actualmente sigue sin dejar entrenar a sus categorías inferiores –solo lo hacen aquellos que han empezado a competir: juveniles, filial, senior femenino y primer equipo–.
“Hay gente que está harta de la falta de comunicación y se está yendo, han pedido la devolución de la matrícula y están buscando otros clubes”, explican padres de jugadores de la Escuela de Fútbol de Mareo. De hecho, la última comunicación realizada desde el club en la aplicación que utilizan para contactar con los padres de los jugadores data de hace casi un mes, del pasado 21 de enero. “Antes no era así”, se quejan: “la temporada pasada, al inicio de la pandemia, todas las semanas enviaban entrenamientos para que pudieran hacer en casa, pero al acabar la temporada dejaron de hacerlo”.
Por eso, muchos jugadores en edad cadete o inferior –los que no están entrenando– están decidiendo cambiar de club. “Los otros equipos ya están entrenando”, remarcan los afectados. Un flujo de jugadores que ya se está empezando a notar en los clubes de fútbol base gijonés, que están viendo cómo jugadores de la Escuela de Fútbol de Mareo pican a su puerta para poder entrenar con ellos y jugar cuando se reanuden las competiciones.
La cosa es distinta en lo relativo a las categorías inferiores del Sporting, donde sí se está haciendo un seguimiento más continuo de los jugadores, enviándoles entrenamientos o contactándoles con asiduidad. De hecho, desde el club no se tiene constancia de que haya jugadores que hayan pedido la baja federativa en los equipos que dependen directamente del Sporting. En parte porque varios de estos jugadores están optando por buscar alternativas para poder entrenarse sin desvincularse del equipo, como academias privadas que trabajan con grupos reducidos como apoyo.
