El Real Sporting se presentaba en el Carlos Belmonte con la intención de lograr su tercera victoria consecutiva, tras las conseguidas ante el Logroñés y el Málaga. El Albacete, entrenador por el ex técnico sportinguista Alejandro Menéndez, inmerso en puestos de descenso, venía de dos derrotas ante Mallorca y Leganés, equipos supuestamente de la liga de los rojiblancos.

Para el envite en tierras manchegas, David Gallego únicamente introdujo un cambio, con la entrada en el once de Javi Fuego por Pedro Díaz. El resto, los mismos que en el último encuentro lograran sumar los tres puntos ante el Málaga.

Con unos primeros minutos de tanteo, poco a poco el Sporting parecía querer hacerse con el control del partido, con un Javi Fuego intentando sacar el balón desde atrás, para lo que bajaba a recibir entre los dos centrales, Babin y Marc Valiente. La primera premisa estaba clara: jugar sin prisas y no cometer fallos en zonas comprometidas.

La primera ocasión clara para el Sporting se produjo así en el minuto 8, cuando una buena incorporación por su banda, llevó a Saúl a buscar el pase atrás, encontrando a Manu García quien con el interior de su pie derecho envió fuera por muy poco.

Hubo que esperar hasta el minuto 17 para que un buen centro del ex sportinguista Alvaro Jiménez, al bote de una falta cometida sobre Zozulia, se encontró con el gran remate de cabeza del propio jugador ucraniano, respondiendo al mismo Mariño con una espectacular estirada. Era el primer y serio aviso del equipo local, que apenas un par de minutos después, volvió a acercarse con peligro a la portería de Mariño.

A partir de ahí prácticamente nada de fútbol durante largos minutos de posesión intrascendente del Sporting, con incontables pases en horizontal en su línea defensiva, con un Albacete bien plantado atrás y sin entrar a la presión arriba. Sólo algunas internadas de Saul rompían la monotonía de lo que se veía sobre el césped.

De una de ellas, justo a la media hora de juego, Saul cae derribado en banda. El árbitro Pulido Santana señala la clara falta que bota Manu García buscando en el segundo palo a Gragera, quien de cabeza conecta con la llegada de Babin, que remata a la red. En la jugada el central recibe también el impacto de la cabeza de Boyomo, con la consiguiente herida en la ceja. Un gol que costó sudor y sangre se podría decir, pues el central sportinguista hubo de retirarse durante unos minutos para que se le colocase un aparatoso vendaje que le impidiese seguir sangrando.

El partido se le ponía de este modo de cara al Sporting, que ahora sí que no tenía por qué tener ninguna prisa a la hora de tocar y tocar, obligando al Albacete a salir de su guarida.

Primera parte en definitiva poco vistosa pero de lo más efectiva para el Sporting, quien apenas con una ocasión y media, lograba irse con ventaja a los vestuarios.

Apenas se había reanudado el partido cuando un buen pase de Guille buscando a Uros, se encontró con la indecisión de Boyomo, quien se dejó comer la tostada por el serbio, agarrándole cuando éste se quedaba ya solo ante el guardameta manchego. Pulido Santana no dudó en señalar la falta y la consiguiente expulsión del central albaceteño.

Con prácticamente toda la segunda parte aún por delante, pero con uno más, el escenario no podía ser más propicio para el Sporting. Todo pasaba por aprovechar los espacios que inevitablemente el Albacete habría de dejar en su búsqueda del empate.

Lo cierto es que el Albacete tampoco es que tras la expulsión de Boyomo cambiase en exceso su dispositivo táctico, manteniéndose sorprendentemente conservador y arriesgando lo justo. El Sporting por su parte, seguía haciendo de la paciencia virtud, aunque no podía confiarse lo más mínimo ante lo ajustado del marcador.

En el minuto 70 David Gallego introdujo los dos primeros cambios, retirándose Cumic y Manu García y entrando en su lugar Pedro Díaz y Aitor. El entrenador catalán buscaba refresco en sus filas y por qué no, que esa chispa se tradujese en el segundo gol de la tranquilidad.

Otro viejo conocido de la parroquia rojiblanca, Ortuño, que había entrado por Zozulia, tuvo su oportunidad para la gloria en el minuto 74, pero su remate defectuoso y flojo, se fue mansamente a las manos de Mariño.

Quien tuvo la sentencia fue Uros a diez minutos del final, quien plantado sólo ante Tomeu Nadal y con todo a su favor, erró en su mano a mano. Un fallo de esos que en ocasiones pueden costar puntos. Un minuto después, volvió a poder cerrar el partido, tras un centro de Aitor, pero su remate, más complicado, tampoco encontró puerta.

Los últimos minutos estaba claro que tocaba sufrir, aunque no fue este el final más sufrido por el que ha tenido que pasar la afición rojiblanca. El Albacete con uno menos, sin apenas ideas y casi sin fuerzas, apenas inquietó a Mariño. De nuevo Ortuño tuvo su oportunidad cuando el encuentro se encaminaba a los minutos de prolongación, en un disparo desde fuera el área.

Antes, pensando quizás ya en una posible inoportuna tarjeta que le impidiese jugar la próxima jornada, David Gallego relevó a Uros, dando entrada a Pablo Pérez. Al partido le quedaba muy poco pero cualquier error se podía pagar muy caro.

Los cuatro minutos de añadido no fueron sino un reflejo de lo vivido durante todo el partido: el Sporting controlando con paciencia y sin ponerse nervioso, con un Albacete sin grandes recursos con los que revertir la situación. Quizás podría haber sido distinto de haber sido más generoso Aitor en alguna de las últimas acciones.

Sin tiempo para tocar el balón, David Gallego realizó su último cambio, entrando Salvador por Gaspar.

Con esta merecida victoria en un partido que no quedará en el recuerdo por el espectáculo ofrecido por ambos conjuntos, el Sporting vuela hasta los 46 puntos, que a la postre es lo que cuenta, consiguiendo enlazar tres victorias consecutivas, siendo la primera vez además en toda la temporada en la que dos de ellas llegan lejos del El Molinón. No puede llegar a los de David Gallego en mejor momento su enfrentamiento el próximo domingo ante el Espanyol. Una hipotética victoria ante los periquitos, podría hacer que el listón del objetivo final a alcanzar por los rojiblancos, se subiese un poco más.

Post Scriptum: con peor pie no ha podido empezar el único fichaje del mercado invernal. La liga no obstante es muy larga, más aún para los equipos que habrán de jugar el playoff, y será vital llegar a ese momento definitivo con la mayoría de los efectivos posibles en la mejor de las condiciones físicas.