Tras el descanso del fin de semana, la plantilla del Sporting B volvió a los entrenamientos, con Sergio Sánchez al frente, para preparar el último tramo de la primera fase de la temporada. El filial tiene tres partidos para salir de los puestos que solo dan opción a luchar por la permanencia. Para empezar, una visita a El Requexón el domingo, en un derbi de filiales por todo lo bajo.
El siguiente partido del Sporting B también será frente a un rival directo, el Marino, en Miramar. Y en la última jornada, en función de esos dos resultados, el equipo de Sergio Sánchez se la jugará en Mareo frente a un Valladolid Promesas que aspira al ascenso. Para la segunda fase cuentan los resultados que se hayan dado en la primera. Hasta ahora, el filial rojiblanco sale perjudicado en todos los cara a cara, salvo frente al Numancia.
La llegada de Sergio Sánchez al banquillo coincidió con una reacción del Sporting B, que llegó a pensar en cotas mayores. Pero la primera derrota con el nuevo entrenador (1-0 en el campo del Lealtad) y un empate en Mareo frente al Covadonga han devuelto al equipo a la zona peligrosa. Los nueve puntos en juego, salvo para Numancia y Vetusta, con un partido menos, dictarán sentencia.