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La crónica del empate rojiblanco ante el Alcorcón: un Sporting huérfano de gol

La ausencia de Djuka y la gran tarde del portero del Alcorcón limitan la reacción tras el descanso de un conjunto rojiblanco espeso y sin puntería

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El partido del Sporting, en imágenes Ángel González

Sporting 0 - 0 Alcorcón

La ausencia del pichichi se sorteó en Ponferrada, pero acabó siendo un lamento constante ayer, en la visita a El Molinón del Alcorcón. El Sporting se enmarañó pronto en el entramado defensivo alfarero y cuando, en la segunda parte, pareció desliar la madeja, la falta de puntería y un soberbio Dani Jiménez condenó a un empate que supo a poco. Pablo Pérez,_Campuzano, Nacho Méndez y Cumic protagonizaron las oportunidades para relevar el peso de los veinte goles de Djuka en las pocas, pero claras ocasiones, de las que dispuso un conjunto gijonés incómodo y espeso durante muchos minutos.

Si la baja de Djurdjevic ya hacía presagiar deberes añadidos para resolver la tarea del gol, la ausencia del otro internacional de la plantilla, Manu García, también se notó en la dificultad del equipo para resolver el pegajoso planteamiento de José Antonio Anquela. El Alcorcón tuvo el partido donde quería durante una primera parte sin claridad ni acierto rojiblanco para gestionar el balón. A base de cazar segundas jugadas y con Babin sosteniendo una labor defensiva en la que Marc Gual, al espacio, y Kelechi, martilleando la portería desde fuera del área, el panorama generaba poca confianza.

El rojiblanco Campuzano se lamenta tras una oportunidad fallada ante Dani Jiménez, portero del Alcorcón. | | ÁNGEL GONZÁLEZ

El conjunto gijonés tardó toda una parte en ponerle solución e ir de frente a por un partido en el que, tras el descanso, dejó al rival sin apenas pisar su área. La reacción, tardía e insuficiente para reencontrarse con la victoria tras el frustrante empate en Sabadell, alargó la sombra de las ausencias y dejó sin premio la oportunidad de recortar distancia con el vagón delantero de la clasificación, con duelos directos esta jornada como el que mide hoy a Almería y Leganés. El Molinón continúa invicto, pero el punto acabó con mal sabor de boca por dar continuidad a una serie de igualadas en las que el equipo tuvo la oportunidad de ganar en la mano.

La vida sin Djuka y Manu García siguió en el once con Pablo Pérez acompañando a Campuzano en ataque, y Pablo García, Aitor García y Gragera completando las novedades. Mucho baile de nombres y poco ritmo. Si David Gallego avisó en la previa de la importancia de darle velocidad al juego, de ejecutar con rapidez la toma de decisiones, los rojiblancos entraron dormidos en el denso manto preparado por un Alcorcón intenso, presionando muy arriba y anulando cada intento de salida limpia de los gijoneses. Ni Aitor García y Nacho Méndez encontraban puertas para entrar partiendo de interiores, ni las llegadas de los laterales acababan abriendo la defensa de cinco de un Alcorcón ordenado y fiel a los principios de su entrenador.

Con esa presión alta de los alfareros llegó el primer disparo del partido, tras un mal despeje de Mariño atajado, después, por el vigués. Fue así, a costa de errores ajenos más que de aciertos propios, como se empezó a romper el hielo. Gragera respondió con un tiro lejano que hizo estirarse a Dani Jiménez tras golpear en un defensa amarillo. Llegaron veinte minutos de mayor presencia rojiblanca en área contraria, primero estirándose por la izquierda a través de un Aitor García al que Pablo García no paró de doblar sin ser visto por su compañero. Un balón del onubense, bajado con el pecho por Pablo Pérez, dio opción a Bogdan a amenazar ya seriamente a Dani Jiménez, pero el ucraniano llegó tarde al remate. Lo intentó Campuzano, poco después, en un regate en semifallo que terminó en autopase, pero su disparo, forzado, se fue muy cruzado. La mejor la tuvo Pablo Pérez al filo del descanso. El balón le cayó al gijonés en una disputa de cabeza ganada por Nacho Méndez, algo que resume claramente los problemas de los gijoneses para construir en campo rival. El gijonés enfiló solo el área, pero se durmió en los laureles y cuando quiso armar la pierna se encontró con aire y suelo. El Alcorcón, con dos duros disparos lejanos de Kelechi, el mejor de los visitantes con permiso de su portero, esperó la suya, pero el cerrojo de Babin resultó infranqueable.

El tiempo de descanso le vino bien a un Sporting que salió del vestuario con una marcha más. La velocidad aumentó y en diez minutos se encontró con otra oportunidad clamorosa. Nacho Méndez ganó la carrera a su marca, a pase de Pablo Pérez, y armó la derecha, la menos buena, para cruzarla ante un Dani Jiménez de agilidad felina. La manopla del meta del Alcorcón detuvo el disparo y dejó el balón muerto para la llegada de Campuzano, delantero de esos de escarbar y permanente pillería. El remate del catalán, centrado, agigantó el lucimiento de Dani Jiménez, otra vez inmenso en su estirada. El Sporting olió la sangre, asumió definitivamente el mando y los claros aparecieron en el boscoso entramado defensivo plantado por Juan Antonio Anquela, aunque a cuentagotas. Gallego movió el banquillo, sustituyendo sorprendentemente a un Nacho Méndez emergente, y a diez minutos del final el equipo se topó con otra doble ocasión clamorosa.

El recién incorporado Cumic tuvo el tanto de la victoria en un disparo de Campuzano que golpeó en un defensa y le permitió enfilar a bocajarro a Dani Jiménez. El meta alfarero metió otra mano impresionante para resolver el uno contra uno y el rechace tampoco acertó a resolverlo Campuzano, esta vez disparando fuera. La acción acabó anulada por un fuera de juego de Cumic inexistente que, en caso de haber ido finalizado dentro de la portería, pudo ser rescatado por el VAR, obligado a entrar de oficio en estas situaciones. Huérfano de gol, el Sporting dejó escapar vivo a un Alcorcón que acabó pidiendo la hora.

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