Hay victorias que marcan, la conseguida ayer por el Sporting ante el Rayo en Vallecas resume una dinámica y alimentan la ambición. Con cinco teóricos titulares fuera de juego, entre ellos el “Pichichi”, el valor del grupo al que siempre ha apelado Gallego cobra cada vez más sentido y, sobre todo, da triunfos decisivos para la promoción. Mezclando lo bello, un tremendo derechazo de Pedro Díaz al cuarto de hora que decidió el partido, y lo épico de una resistencia en la primera parte con Pablo Pérez sacando un balón en línea de gol y el larguero escupiendo otro, la candidatura a todo gana enteros.
Los rojiblancos, sin grandes individualidades, pero a fuerza de competir de manera constante, se aferran al play-off a costa de un rival directo y distanciando ya a ocho puntos al séptimo clasificado. El ascenso directo, a la espera de lo que pase en el resto de la jornada, está a cinco puntos. Demasiado lejos, demasiado transatlántico por encima, pero lo importante es que el Sporting puede seguir mirando hacia arriba gracias a resultados como el de Vallecas.
Da igual que el Sporting coleccione bajas y el Rayo afrontara el partido con el refuerzo por sorpresa de Saveljich, compañero de Djuka en Montenegro, pero liberado para la causa. Gallego viajó sin poder contar con Campuzano, por molestias físicas; llegó a Madrid y también perdió a Christian Joel, su portero suplente, y presentó a un Sporting tan incómodo como reconocible. No hubo que llorar la ausencia de Djuka, Manu García, Gragera o Saúl García. El equipo se puso el mono de trabajo y encontró en los mimbres de los de siempre, añadidos como un Pablo Pérez de hierro, un Javi Fuego restableciendo el orden y un Aitor García convertido en puñal para mantener a raya a los vallecanos. Mención aparte merece el gatillo que tiene Pedro Díaz en su pierna derecha, el que ya todos conocían, motivo por el que empezaba a echarse en falta. Extraordinario golpeo para un extraordinario resultado.
Y eso que en la primera parte pudo pasar cualquier cosa. Un aparatoso golpe Pablo Pérez con Luca Zidane a los cuatro minutos de juego, que terminó con el gijonés sangrando por un labio, dejó al guardameta de los vallecanos en preaviso. Lo siguiente fue un puñetazo de gol, el que marcó Pedro Díaz a los catorce minutos tras armar la pierna derecha a más de treinta metros de distancia. Imparable. Espectacular. Alegría general salvo para Pablo García y Gallego. Entrenador y jugador, en plena charla junto al banquillo para corregir errores, parecían intuir lo que iba a llegar después: un Rayo a punto de arrasar.
De ahí al descanso, el Sporting salió vivo. Pablo Pérez sacó en línea de gol un remate de Catena después de que Mariño se comiera un saque de esquina y el vigués salvó, poco después, un mano a mano con Bebe cuyo rechace todavía sonrió a los gijoneses. Óscar Valentín estrelló en el larguero un cabezazo con camino al empate.
No hubo buenas noticias para iniciar la segunda parte. Pedro Díaz, con unas molestias musculares, dejó su sitio a Cristian Salvador. El zamorano volvió a hacer bueno el discurso de Gallego. El fondo de armario del conjunto rojiblanco, ayer de morado penitente, mostró que la reanudación reflejó la reacción de un equipo que ya casi no dio opción a los de Andoni Iraola. La tempranera sustitución de Trejo fue el ejemplo de la desesperación de un rival que iba reculando a cada envite por banda de Aitor García.
La aproximación más clara llegó por parte de los visitantes, con Pablo García atreviéndose a lanzar una falta que Luca Zidane desvió para mostrar que no está ahí solo por apellido. El Rayo acabó inquietando por un desliz de Mariño al intentar blocar el balón. Tres puntos de oro, diez jornadas sin perder y una promoción a punto de premiar a un verdadero equipo.
LAS NOTAS DEL SPORTING
El mejor Pedro Díaz. SOBRESALIENTE
Hizo un golazo, marcó las diferencias
Mariño APROBADO
Combinó despistes, como el balón que sacó Pablo Pérez en línea de gol, con aciertos.
Bogdan APROBADO
Se llevó buena parte del sufrimiento de la primera parte ante Andrés Martín. Se asomó al ataque sin acierto.
Babin APROBADO
Exigido en los centros laterales, estuvo seguro por arriba y despachó un partido práctico.
Valiente APROBADO
Salvo el susto en una disputa con Trejo, mantuvo la línea regular de los últimos partidos.
Pablo García APROBADO
Se atrevió con un buen lanzamiento de falta que detuvo Luca Zidane. Fiable, como el equipo.
Javi Fuego APROBADO
La presión rayista le hizo ceder el balón que terminó en el larguero. En otro máster de colocación, ayudó a interpretar y recuperar la calma.
Cumic APROBADO
Grandes gestos técnicos, pero muy intermitente. No acabó de encontrar su sitio y su momento en el partido.
Nacho Méndez APROBADO
Discreto en un partido de mucha ida y vuelta y sacrificio defensivo.
Aitor García NOTABLE
De menos a más, como el equipo. Se convirtió en el hombre que lideró las contras que hicieron dar un paso atrás al Rayo.
Pablo Pérez NOTABLE
Salvó un gol rival en línea de gol y limitó el juego con balón de un Rayo incapaz de quitárselo de encima. Generoso en el esfuerzo, como siempre, y acertado.
Cristian Salvador APROBADO
Buen complemento de Javi Fuego en la reacción tras el descanso.
Gaspar APROBADO
Se asoció con Nacho y Pablo para dar oxígeno y buscar profundidad.
Carmona y Borja López SIN CALIFICAR
Apenas participaron en los minutos finales.
