El Sporting encara la recta final del campeonato en su mejor momento de forma del curso. Los de David Gallego llegan a los últimos diez partidos de la Liga en una posición envidiable en cuanto a lo clasificatorio, pero también en lo relativo al estado de forma y al aspecto moral. Los rojiblancos suman diez encuentros consecutivos sin perder, la mejor racha de la temporada y vienen de hacer uno de los partidos más meritorios del curso, venciendo en Vallecas al Rayo, un rival directo, con apenas tres días de descanso y con numerosas bajas de la talla de Uros Djurdjevic, Manu García, Gragera, Campuzano o Saúl García.
Con esa victoria, el Sporting abre una brecha importante con sus inmediatos perseguidores. Actualmente, los rojiblancos le sacan siete puntos al Rayo y ocho a la Ponferradina, que marca el primer puesto fuera de play-off. Además, con ambos tiene el golaveraje ganado. Así, los rojiblancos prácticamente pueden dar por firmada su presencia en la promoción de ascenso, con una ventaja importante con apenas treinta puntos por disputarse. Además, el Sporting nunca se ha bajado de los puestos de play-off en lo que va de Liga, y ya son 32 jornadas consecutivas.
Pero los rojiblancos son reacios a conformarse y miran más arriba. Ahora mismo, el ascenso directo, marcado por el Mallorca, está a ocho puntos. No obstante, a los rojiblancos le quedan por delante dos duelos clave con sus rivales directos, como son el Leganés y el Almería, con el que cerrarán la temporada regular. La línea ascendente que sigue el equipo, unida a la mala racha de juego, sensaciones y resultados en la que están inmersos algunos de los equipos se arriba, hace que el Sporting no renuncie a mirar al ascenso directo.
Estos son argumentos suficientes para crear que se pueden alcanzar el quimérico objetivo del ascenso, pero hay más. Por ejemplo, que el Sporting sigue sin caer en su feudo. El Molinón es el único estadio del fútbol profesional español que sigue invicto en competición liguera. De hecho, de no perder frente al Mirandés, los rojiblancos alcanzarían la mejor racha de las últimas cuatro décadas. Además, cuenta en su plantilla con el actual Zamora de la categoría, Diego Mariño, que defiende un coeficiente de 0,62 goles recibidos por partido.
A ello se suma Uros Djurdjevic. Con veinte goles, además de ser el máximo goleador del Sporting, es el pichichi de la categoría, firmando su mejor campaña como futbolista profesional, clave en el proyecto de David Gallego. Y esa es la última baza, y quizá más importante, de este Sporting: el buen hacer de su técnico, que ha firmado un equipo de autor en el que el bloque está por encima de las individualidades y que ha sabido llegar al momento más importante del curso en su mejor forma, con todos los jugadores metidos en el proyecto y con ganas de aportar. Argumentos más de sobra para disfrutar y soñar en los últimos diez partidos de la temporada regular.
