El Sporting ha perdido 9 puntos en los últimos 10 minutos de los partidos

El de Iván Martín es el séptimo gol que encajan los de David Gallego en los minutos postreros del encuentro. Unos tantos en contra que están haciendo mucho daño al club gijonés. No solo en lo moral, por lo que supone dejar escapar un resultado favorable por el que los jugadores habían peleado todo el encuentro, sino también en el aspecto clasificatorio. De haber conseguido sumar esos nueve puntos que se escaparon por goles recibidos en los últimos diez minutos, el Sporting estaría en una posición aún más envidiable que la actual –quinto clasificado, asentado en los puestos de play-off desde que comenzó el año–.

Así, si al Sporting no se le hubieran escapado esos nueve puntos, actualmente sumaría 65, con lo que estaría empatado a puntos con el segundo clasificado, el Mallorca, metido de lleno en la lucha por el ascenso directo. De hecho, y teniendo en cuenta que el Espanyol fue uno de esos equipos que se benefició de este punto débil rojiblanco, los pericos también sumarían 65 puntos –dos menos que los actuales–, apretando mucho más esa lucha por el ascenso directo.

La primera vez que el Sporting vio cómo se le escapaba una victoria en los minutos finales de encuentro fue contra el Tenerife, en El Molinón, en la sexta jornada liguera. Pedro Díaz había adelantado a los rojiblancos pasada la hora de juego pero, en el minuto 85, Zarfino logró el empate para los canarios, próximo rival rojiblanco en Liga. Un gol que hizo que volasen del zurrón rojiblanco dos puntos.

De nuevo en El Molinón, seis jornadas más tarde, se repitió la historia. El Sporting había logrado adelantarse al Rayo Vallecano con un gol, en el minuto 77, de Fran García en propia puerta. Sin embargo, cuando la parroquia local ya casi festejaba la victoria, llegó el empate de los madrileños, obra de Andrés Martín, en el minuto 86. Otros dos puntos que volaron de la cosecha gijonesa.

Uno de los partidos más extraños sucedió en Las Palmas. Los rojiblancos comenzaron ganando 0-2, gracias a un doblete de Djuka, pero los canarios consiguieron empatar el encuentro con dos goles prácticamente consecutivos. Con las tablas en el marcador se llegó a los minutos finales, pero nuevamente los gijoneses no supieron nadar y guardar la ropa. Un gol de Espiau, en el minuto 84, dio la victoria a los locales, arrebatando el punto que el Sporting tenía amarrado.

Dos jornadas más tarde, también a domicilio, el Sporting estuvo a punto de sumar un punto en un campo tan complicado como el del Espanyol. Los de David Gallego supieron aguantar hasta los minutos finales con el cero a cero inicial, con el mérito que ello supone frente a un gallito de la categoría como es el equipo catalán. Un botín de un punto que se esfumó en los minutos finales, con un gol de Wu Lei en el minuto 88. Más tarde, con el Sporting ya volcado y tras pedir un penalti sobre Babin, Sergi Darder logró el segundo tanto perico, en el minuto 97 de encuentro.

Un minuto antes, en el 96, se le escapó la victoria al Sporting en casa, dos jornadas más tarde, frente al Leganés. Los de David Gallego saboreaban ya la victoria tras un gol, también postrero, de Djuka. Pero entonces, el colegiado Pulido Santana señaló una dudosa pena máxima de Marc Valiente, en la última jugada del encuentro. El penalti lo transformó Borja Bastón, llevándose dos puntos más de las alforjas rojiblancas.

El último episodio de esta infausta recopilación sucedió el pasado domingo, cuando el Mirandés dejó al Sporting sin el punto del empate tras lograr un gol en el minuto 81, obra de Iván Martín, en una desafortunada acción para los rojiblancos, en la que la falta de entendimiento entre Marc Valiente y Diego Mariño dejó el balón franco para el jugador rojillo.

Aguantar el resultado

En todos estos encuentros, el Sporting no consiguió hacer lo que tan bien se le da: aguantar el resultado a favor. Así lo hizo en otros muchos partidos esta campaña, sabiendo defender los puntos conseguidos a capa y espada, bien mediante la posesión de balón o, más habitualmente, guareciéndose en un solvente bloque bajo, sabedor de su buena actitud defensiva.

Una forma de actuar que, para otros, tiene más que ver con “conformismo” y “falta de ambición” en la búsqueda de un gol que sentencie los partidos y dé tranquilidad a la parroquia rojiblanca para afrontar los últimos minutos de los encuentros. De hecho, solo en cuatro encuentros ligueros esta campaña el Sporting venció por una ventaja superior a un gol. Lo hizo frente al Girona, en El Molinón, en la jornada tres (2-0); frente al Sabadell, también en casa, en la jornada 14, por 3-1; en Logroño, en la que es la mayor goleada rojiblanca en lo que va de curso, cuando venció por 0-4 en la jornada 24; y frente al Mallorca, en El Molinón, hace casi un mes, cuando venció al que por entonces era el líder de la categoría por 2-0. Una circunstancia que el Sporting ha de mejorar en los nueve partidos ligueros que restan, así como en un posible play-off de ascenso, para así poder lograr el objetivo.

Dos victorias a última hora

El Sporting también ha sabido sacar beneficio de los últimos minutos de los encuentros. En este tramo final de los partidos, los de David Gallego han conseguido dos meritorias victorias. La primera de ellas, en la primera jornada de Liga, frente al Logroñés, en El Molinón. Un gol de Djurdjevic en el minuto 88 otorgó a los gijoneses la primera victoria del campeonato. También en El Molinón, en la octava jornada ante la Ponferradina, el Sporting supo ganar en los minutos finales, en la única remontada que firmó este año. Un gol de Álvaro Vázquez en el minuto 86 de encuentro, unido a uno anterior de Manu García, dieron la vuelta al inicial de Kaxe, logrando que la victoria se quedase en tierras gijonesas.