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Mariño: “Es un orgullo superar a Cuéllar en el número de partidos imbatido”

“El trofeo ‘Zamora’ refleja el trabajo de todo el equipo, somos uno de los que mejor defienden de la categoría”, asegura el portero

Mariño y Cuéllar, en un entrenamiento con el Sporting

Diego Mariño superó la pasada semana a Cuéllar en el número de partidos imbatido durante su periplo con el Sporting, llegando a los 65. Un hito que, para el cancerbero vigués, “es un orgullo y una gran alegría”. Sin embargo, fiel a sus principios, Mariño deja claro que “es un dato para tener más ganas aún de trabajar, seguir haciéndolo bien y ayudar al equipo”, con lo que se mostró “con ganas de seguir haciendo crecer ese dato, porque dice que estamos haciendo bien las cosas”.

De hecho, hasta la pasada jornada, cuando recibió dos goles frente al Mirandés, Mariño era el Zamora de la categoría. Un galardón que, sin embargo, no le ocupa en su día a día. “No pienso en los trofeos individuales”, ataja, enfatizando que “ese trofeo es el reflejo de todo el equipo, porque si no tienes ayuda es inviable”. Así, el portero del Sporting deja claro que “pone en valor el trabajo de todo el equipo, quiere decir que estamos haciendo las cosas bien”, haciendo hincapié en que “es algo en lo que creemos muchísimo: siendo muy fuertes en defensa vamos a tener muchas opciones de ganar los partidos”.

Para el cancerbero vigués, el Sporting tiene “una de las mejores defensas de la categoría, si no la mejor, y la implicación de todos, desde los delanteros, es brutal”, consciente de que esa es una de las claves del éxito rojiblanco esta campaña. “Tenemos que seguir reforzando eso, porque se está viendo que cuando mantenemos la portería a cero, trabajamos y conseguimos ser un equipo fuerte y sólido, o conseguimos ganar o nos quedamos cerca de la victoria”.

Algo que no lograron contra el Mirandés la pasada jornada. En parte, a causa de una jugada de mala suerte y falta de entendimiento entre el propio Mariño y Marc Valiente, que desembocó en el segundo gol burgalés. “Le pedí el balón a Marc, pero no me escuchó. Es algo que puede pasar en el fútbol. Tenía un jugador cerca y quiso despejar”, explicó Mariño, “además, tuvieron fortuna porque el balón le cayó al atacante, cogiéndonos a todos fuera de sitio”.

Sin embargo, niega que el Sporting fuera a ese partido, en el que el Mirandés contaba con una decena de bajas, con un exceso de confianza. “Nosotros lo afrontamos de la misma manera que todos los partidos, pensando que iba a ser muy duro, y con más ilusión si cabe por haber continuado esa racha de partidos invictos consecutivos y en El Molinón”, explicó, “no estuvimos a nuestro mejor nivel, no hicimos nuestro mejor partido, pero lo más justo hubiera sido un empate”.

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