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La historia del exjugador del Sporting Ayoze y su hijo: los García juegan en Indiana

El tinerfeño verá el duelo del Heliodoro en Estados Unidos, donde continúa con su carrera como futbolista: “Mi hijo Diego es gijonés y del Sporting”

Diego y Ayoze García, ayer, en su casa de Indianápolis. | A. G.

“Me va a coincidir con la con la salida del entrenamiento, pero hay que verlo”. En casa de Ayoze García (Puerto de la Cruz, Santa Cruz de Tenerife, 22-11-1985) hoy hay un partido paralelo al que se disputa en el Heliodoro. Al otro lado de la pantalla de un televisor de Indianápolis (capital de Indiana, Estados Unidos) estarán el actual futbolista del Indy Eleven y su hijo Diego, nacido hace diez años en Gijón durante la etapa en la que su padre militó en el Sporting. “Además de gijonés me ha salido del Sporting. Yo quiero que gane el Tenerife. Va a estar muy disputado”, confiesa el canario, entre risas, sobre el duelo deportivo y familiar.

“Tenerife y Sporting son los clubes que más han marcado mi carrera. Uno fue mi formación y en el otro viví cosas maravillosas. Son equipos a los que les un tengo cariño especial y ojalá al final de temporada podamos estar celebrando un ascenso todos juntos”, afirma Ayoze García. Han pasado más de ocho años desde que se desvinculara del conjunto rojiblanco, donde estuvo entre 2010 y 2012. “Fue mi primera salida de la isla y me sentí parte de un club histórico en Primera División. Un sueño. Tengo la espinita que en lo deportivo no tuve la continuidad y confianza que creo que merecía. Fue también un aprendizaje. Mi familia se fue llorando de Gijón. A mí mujer le encanta. Habíamos formado un hogar allí”, señala el canario.

Diego, el “más sportinguista de la casa”, tiene dos hermanas. “La mayor, Daniela, de 11 años, nació en Canarias y la pequeña, Diana, de solo 7 meses, ha llegado aquí, en Estados Unidos”, apunta Ayoze desde Indianápolis, donde se encuentra en plena pretemporada. “Venir aquí fue un acierto y algo que no esperaba. Crucé el Atlántico después de pasarlo mal en mi salida del Sporting. Bajamos a Segunda, el nuevo entrenador (Manolo Sánchez Murias) pensó que lo mejor era que no continuara y rescindí el último día de mercado. Ese mismo día salí a correr por un parque junto a El Molinón y recaí de una lesión de rodilla que me había hecho durante el reconocimiento médico de la pretemporada. Fue todo difícil”, recuerda. Y de no tener equipo pasó al New York Cosmos, el que fuera club de históricos como Pelé, Cruyff o Beckenbauer.

“Llegar a este país me ha dado la posibilidad de jugar junto a futbolistas como Raúl González o Marcos Senna; ganar tres campeonatos y viajar junto al equipo a partes del mundo como Cuba, Salvador o Hong Kong. Es una etapa muy feliz en mi carrera”, asegura quien, a sus 35 años, dice tener gasolina para rato. En Indianápolis lleva tres años, siendo ahora el único español del Indy Eleven, conjunto de la Segunda División estadounidense. “Al principio echaba de menos Mareo y lo que rodea ese fútbol, la pasión y seguimiento diario de la gente, de los medios de comunicación. En este país no tiene mucho que ver. Un día se monta un club y al siguiente empiezan a surgir seguidores. Está más orientado al espectáculo. Además, como futbolista pasas más desapercibido”, explica. En todo caso, Ayoze destaca que “cada año la competición en Estados Unidos es más y más competitiva. El crecimiento ha sido abismal. Ahora ya se valora desde Europa como un mercado interesante, no como un lugar para retirarse. Además, ya estamos viendo estadounidenses en plantillas como el Bayern o el Barcelona”.

Volviendo a lo que pasará esta noche en el Heliodoro Rodríguez López, Ayoze cree que se resolverá por la mínima. “Será igualado, como todos los partidos de Segunda. Procuro estar al tanto de los dos equipos, veo los resúmenes y leo crónicas. Ambos vienen de perder la semana anterior. El Sporting está mejor clasificado, mirando arriba, y el Tenerife no sabe si para arriba o para abajo. Debe dar un paso al frente. Espero que les vaya bien a ambos”, reitera antes de prometer visitar pronto Gijón. “Tengo muchos amigos asturianos, algunos incluso están ahora aquí, en Estados Unidos, trabajando. Mi mujer está deseando volver a Asturias, además de a Canarias”, resume Ayoze mientras Diego espera para convertir su salón en el Heliodoro de los García.

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