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Por Libre

Segunda derrota consecutiva

El Sporting llega al derbi de la próxima semana en lo que se podría decir el peor momento de la temporada

Jugadores del Sporting y del Tenerife tras el pitido final | LOF

El Real Sporting SAD llegaba al Heliodoro Rodríguez con el firme propósito en enmienda después de la inesperada remontada sufrida ante el Mirandés en la pasada jornada y volver a Gijón con algo positivo de unas islas muy pocas veces afortunadas para el Sporting. En juego estaba además el intentar recuperar la cuarta plaza y no despedirse definitivamente de los puestos de ascenso directo, si bien como el propio David Gallego reconocía durante la semana, esto último ahora mismo se antoja un objetivo demasiado ambicioso.

Para lograr resarcirse de la derrota ante el Mirandés el entrenador gallego introdujo algunos cambios en el once inicial, algunos obligados como el de Babin por sanción y otros por decisión técnica, aunque no todos igualmente entendibles para la parroquia rojiblanca. Lo de "rojiblanca" dicho sea de paso, a más de un seguidor sportinguista viendo la combinación de colores en el uniforme con la que saltó al campo su equipo, le sonará a recochineo. Y es que hay símbolos que son sagrados y con los que no conviene andar improvisando.

La primera parte ofrecida por ambos conjuntos no pasará a los anales fubtolísticos por el espectáculo ofrecido. Apenas si se produjeron ocasiones claras, más allá de un gol justamente anulado al Tenerife por fuera de juego, cuando casi se rozaba el descanso.

Por parte del Sporting la pudo tener Pablo Pérez a la media hora, tras un gran pase de Manu, pero el delantero se durmió en los laureles pecando de lentitud y siendo su disparo interceptado por el central Carlos Ruiz. No fue el de Tenerife el mejor día del canterano. Tampoco lo fue el de unos cuantos más de sus compañeros.

Con ambos equipos muy conformistas y sin arriesgar lo más mínimo, quizás afectados también a nivel físico por la insoportable humedad presente, estaba claro que el marcador difícilmente se iba a mover.

Salió sin embargo el Tenerife mucho más enfuchado tras el paso por los vestuarios, avisando al poco de reiniciarse el partido, con remate de Bermejo que Mariño desvió con la mirada tras una gran acción individual de Javi Alonso, quien le hizo un auténtico roto en banda a Borja López.

Corría el minuto 64 cuando a un buen disparo de Sashasoua, no pudo responder Mariño de la mejor de las maneras posibles, aprovechándose de ello Fran Sol para conectar de cabeza en plancha, sin que el guardameta gallego pudiera hacer ya nada por evitar el tanto tinerfeño.

Quedaba mucho tiempo por delante para intentar la remontada, pero al Sporting que ya en el primer tiempo no había dado la sensación de andar fino en fase de creación, le costaba un mundo llegar con continuidad al área rival. Sólo Djuka, casi de la nada, en el minuto 73, fue quien más cerca estuvo de devolver las tablas al marcador, pero su remate se fue fuera por muy poco.

Con los cambios de Carmona por Pablo y Gaspar por Javi Fuego, el panorama no cambió lo más mínimo: un Sporting muy plano y previsible en su juego, con las bandas completamente olvidadas. Era por contra el Tenerife quien parecía sentirse más cómodo y cercano a lograr el segundo tanto.

Sin apenas tiempo para nada, en el minuto 88, David Gallego dio entrada a Cumic, yéndose a los vestuarios Nacho Méndez. A pesar de la mínima ventaja en el marcador para el Tenerife, la sensación era de que sólo un milagro podría evitar que por primera vez en la temporada, el Sporting cayera derrotado en dos ocasiones de manera consecutiva. Y por desgracia, el milagro no se produjo.

Llegará de este modo el Sporting al derbi de la próxima semana en lo que se podría decir el peor momento de la temporada. Pero así es el fútbol: tras una fabulosa racha de resultados para los rojiblancos, llegan ahora estas dos derrotas que veremos hasta qué punto afectan a la confianza de los sportinguistas. Lo que está claro es que una victoria el próximo sábado sería la mejor reacción posible. Veremos si al menos se afronta el partido con la intensidad que un derbi exige y no se vuelvan a repetir viejos errores.

 

Post Scriptum: ¿Estarán en la planta noble de Mareo satisfechos con el nivel que están ofreciendo los refuerzos llegados esta temporada? Suerte que lo de la casa pocas veces falla. 

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