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Pablo Díaz Stalla, exjugador el Sporting: “El objetivo es la promoción, pero no se le puede exigir al equipo”

El camping del exrojiblanco en Pechón cumple 50 años este verano tras sortear la pandemia: “A ver si el Sporting nos da otra alegría”

Pablo Díaz Stalla, ayer, en la recepción del negocio familiar que regenta en Pechón. | P. D. S.

Acostumbrado a pelear en la banda de El Molinón y La Romareda, Pablo Díaz Stalla va ganando el partido que la pandemia le plantó al negocio de su familia. El exjugador del Sporting y el Zaragoza, regenta un camping en Pechón (Cantabria) con la satisfacción de que este verano podrá ver cumplido el 50 universario desde que su abuela, Ángeles Díaz, abriera por primera vez la persiana. Allí vivirá pasado mañana el partido entre los dos clubes que han marcado su trayectoria deportiva y personal. “Siempre voy a querer que gane el Sporting, con la diferencia de que, en este caso, si no lo consigue, al menos le vendrá bien a mi otro equipo”, afirma.

“Todos esperábamos más en el derbi. Mucho más”, comenta Pablo cuando el duelo ante el Oviedo sale a relucir. “No sé si por aceleramiento o qué pasó, pero ni si quiera hubo la sensación de poder darle la vuelta al resultado”, lamenta el exrojiblanco sobre el derbi. Espera que la imagen del Sporting no se vuelva a repetir ante un Zaragoza en el que conserva grandes amigos como Cuartero, excompañero en el conjunto maño y actual director general del club.

“Estuvimos juntos cuando el equipo jugó la Copa en Torrelavega. En Zaragoza la gente solicitaba un mayor cambio en la plantilla con la llegada de Torrecilla. Al final no lo hubo, pero lo que sí se ha logrado es recuperar una línea positiva de resultados, que al final era lo importante. El equipo no hace un gran fútbol, pero se le ve con más confianza”, destaca el padre de Hugo y Micaela, a los que tiene repartidos entre Asturias y Cantabria. El mayor juega al fútbol en Oviedo, en las filas del Grisú, y es aficionado al Zaragoza. A la pequeña le gusta el voleibol, juega en Cabezón de la Sal, y al contrario que su hermano, se siente más sportinguista. “El objetivo ahora en el Sporting tiene que ser acabar en el play-off, pero no debe existir exigencia por conseguirlo, porque en septiembre nadie pensaba que iba a suceder esto”, reflexiona el que fuera futbolista rojiblanco.

Lo hace antes de admitir que el equipo “no está ahora como todos queríamos”, aunque mantiene la calma como lo ha hecho durante los meses en los que vio que su negocio no arrancaba por la pandemia. “El verano pasado no fue como esperábamos en afluencia, pero pudimos salir adelante. Esperemos que para el que viene podamos llevarnos alguna alegría, tanto en lo profesional como en lo deportivo”, concluye el exrojblanco.

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