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La cronología de la polémica de la cantera del Sporting que amenaza las relaciones con el Oviedo: el lío de la llamada

Los rojiblancos aseguran que “hay un pacto de respeto”, mientras que los azules sentencian que “no existe colaboración” entre clubes

Vallina y Javier Fernández

La polémica por la suspensión de la actividad del fútbol base en Mareo ha acabado llegando a Oviedo, amenazando con desestabilizar las relaciones existentes entre el Sporting y el club azul. Unas palabras de Fernando Losada, consejero del Sporting, confirmando la existencia de un “pacto” de no agresión entre ambos clubes asturianos levantaron ampollas en el Oviedo, donde el presidente azul Jorge Menéndez Vallina tomó la palabra para contestar a estas afirmaciones, remarcando que “no existe colaboración” entre ambos clubes. Un terremoto institucional que podría hacer tambalearse una relación que ya de por sí parece endeble en los últimos tiempos, en los que la calma actual estuvo precedida por episodios como el divorcio de 2019, cuando los clubes rompieron relaciones tras la “crisis de los urinarios”.

“Hay un pacto de respeto y caballerosidad para comunicar cuándo existe algún contacto”, aseguró ayer Fernando Losada, consejero del Sporting, respecto a la noticia publicada por LA NUEVA ESPAÑA en el día de ayer, donde se recogía que las familias de varios jugadores de la cantera rojiblanca habrían picado a la puerta del Oviedo para sumarse a la disciplina azul, toda vez que la actividad en Mareo se encuentra suspendida, buscando esa continuidad competitiva que en Gijón no se les garantiza.

El Sporting remarcó que desde el club azul se les aseguró en una llamada que no había habido ningún “ofrecimiento directo”, pero varias fuentes han confirmado a LA NUEVA ESPAÑA que sí que ha habido “contactos”. Cabe destacar que el Oviedo, como la práctica totalidad de los clubes asturianos, está inscrito en el torneo amistoso que la Federación Asturiana de Fútbol quiere comenzar el próximo mes, tras el visto bueno de la consejería de Sanidad al deporte escolar. El Sporting, por contra, no está inscrito y continúa con toda la actividad de cantera suspendida por debajo de la categoría juvenil.

“Somos los clubes más representativos de la región, donde muchos niños quieren jugar para llegar al fútbol profesional y hemos acordado que haya un contacto fluido entre las secretarías técnicas y los responsables de las categorías inferiores”, incidió Losada, que hizo mención a la llamada recibida ayer por Noé Calleja, número dos de la dirección deportiva del Sporting, por parte de Roberto Suárez, responsable de las categorías inferiores del Oviedo, para aclarar la situación. “Nos aseguran que, si alguien llama, nos informarán”, enfatizó el consejero sportinguista.

Una explicación que no gustó para nada en el seno del club azul, donde se desató una fuerte reacción. Fue Jorge Menéndez Vallina quien hizo de portavoz de su entidad. Y lo hizo además con una reacción tajante, remarcando que “no existe colaboración” entre clubes. “Si alguien de nuestra casa ha hablado con ellos de algo dudo que sea algo más que fijar el horario de algún partido”, aseguró Menéndez Vallina destapando el que para él es el motivo real de la llamada recibida por el Sporting. “No es elegante por parte de Fernando Losada usar esas conversaciones para escenificar esa falsa colaboración que no existe”, afeó Vallina.

No quedó ahí el enfado del presidente oviedista, que fue más allá. “No los necesitamos”, aseguró Vallina sobre los jugadores pertenecientes al Sporting que pudieran haber picado a su puerta, “y en caso de que necesitáramos a alguno, a mí no me temblaría el pulso en traerle”, explicitó.

El presidente del Oviedo, en este punto, quiso sacar a relucir situaciones ocurridas en el pasado, cuando el Sporting se hizo con los servicios de varios jugadores prometedores de la cantera azul en los peores años deportivos del oviedismo, en un gesto que dolió especialmente en la capital y que a día de hoy sigue escociendo, a juzgar por la reacción ayer de la parroquia oviedista, que demostró su enfado. “Aún recuerdo cuando hace años ellos decían que a ellos ‘se les ofrecían nuestros chicos’”, remarcó el presidente oviedista.

Jorge Menéndez Vallina quiso también recordar las palabras pronunciadas por Arturo Elías, directivo del Grupo Carso y dueño del Oviedo, en el año 2014, cuando en una visita a Asturias aseguró que “si de la ciudad de ahí enfrente vienen a quitarnos a un solo joven de la cantera, no hay límite de presupuesto para ir por tres de allá”, en referencia clara al Sporting. Entonces, el propio Fernando Losada salió al paso de estas declaraciones, asegurando que “no es una postura de beligerancia del Sporting, el mercado manda”, explicitando que “los padres son los que deciden junto con los críos que tienen ilusiones de jugar en un equipo profesional, y entienden que el Sporting es su posibilidad de conseguirlo”. Por último, Vallina quiso sacar pecho, subrayando que “les hemos ganado los últimos derbis con chicos de nuestra casa en el primer equipo y esa es la línea a seguir. Aunque cometamos errores”.

“No es la decisión fácil, pero sí la correcta y responsable”, aseguró ayer el consejero del Sporting Fernando Losada sobre la suspensión de actividad en Mareo, que se mantendrá hasta el mes de julio. “Entendemos el sinsabor de los niños y sus familiares, pero por ganar un mes no vamos a echar por la borda el trabajo realizado en protección de la salud, no hay otra motivación, ni mucho menos la económica”, explicó, para añadir: “Ya se está trabajando en un protocolo para la vuelta a la actividad”, que incluirá exámenes médicos a los jugadores. “Es una cuestión de infraestructuras. Tenemos una escuela de fútbol en la que integramos a los equipos de la base, y es una ventaja. Tener Mareo es un lujo, pero ahora es un inconveniente”, explicitó Losada, que asumió su parte de autocrítica, remarcando que “seguramente la comunicación con las familias pudiera ser mayor y más fluida”. Además, explicó que los entrenadores de esos equipos que tienen parada su actividad, alrededor de una treintena, “están dados de baja en la Seguridad Social, no hubo ERTE”. Gonzalo Revuelta, médico del club, criticó las “incongruencias” y “contradicciones” de la consejería de Salud, que permite competir, pero pide a los jóvenes que no se reúnan, así como la “falta de un protocolo” para la vuelta a la competición. Mientras, la Federación Asturiana ha ampliado el plazo para apuntarse a su torneo hasta el 31 de mayo. 

Desde el Sporting no se quiso hacer ningún tipo de declaración como respuesta a estas palabras de Vallina, evitando así crear una “guerra” entre clubes, conscientes de la fragilidad de la relación entre ambas instituciones, que ya se ha roto y recompuesto en otras ocasiones. Así, desde Mareo optaron por mantener su postura actual de no beligerancia. Únicamente se remarcó que todo lo contado en rueda de prensa era “verdad”, en referencia a la llamada recibida por la secretaría técnica del Oviedo para supuestamente tratar esta “relación” existente entre entidades. Una llamada que, aseguran, “agradecemos”.

La relación entre ambos clubes nunca ha sido sencilla. Una situación que se ha hecho más evidente en los últimos años. Tras mucho tiempo alejados, siguiendo caminos separados y sin apenas contacto, más allá del meramente necesario entre los dos clubes más importantes de una región como Asturias, este bloqueo se rompió a raíz del fallecimiento de Enrique Castro “Quini”, con una delegación oviedista –jugadores y miembros de la directiva– desplazándose hasta Gijón para presentar sus respetos al mito rojiblanco en la capilla ardiente instalada en El Molinón.

Parecía el comienzo de una nueva era en las relaciones entre ambos clubes, pero esta situación duró poco. La guerra fría se desató tras el derbi disputado en El Molinón en marzo de 2019. La afición oviedista denunció el trato recibido por la seguridad del campo, afeando los “excesivos cacheos” y el club oviedista rompió relaciones con el Sporting en un comunicado.

Desde Gijón se respondió a esta declaración de intenciones atacando: enseñando fotografías de seis cabinas de baño de El Molinón “destrozadas” y cien butacas “inhabilitadas” por la afición oviedista. El divorcio ya era entonces completo y se ejemplificó cuando la directiva sportinguista no acudió al estadio Carlos Tartiere en el derbi de la segunda vuelta.

La normalidad de las relaciones no volvió hasta hace medio año. Fue en octubre del año pasado, en el primer derbi de esta temporada, cuando ambos equipos ondearon la bandera blanca. Joaquín Alonso, representante de Relaciones Institucionales del Sporting, tendió la mano, y César Martín, su homónimo en el Oviedo, recogió el guante. Los rojiblancos acudieron a Oviedo, como hicieron los azules a Gijón hace poco más de una semana, cuando se volvió a escenificar la cordialidad de unas relaciones que ahora vuelven a tambalearse.

Las relaciones recientes entre el Sporting y el Oviedo, en relación a sus categorías inferiores, han estado marcadas en los últimos años por la existencia de un acuerdo tácito entre los clubes para respetar a los jugadores de la cantera. Dicho acuerdo, que no ha estado exento de altibajos, se alcanzó después de un choque público entre ambas entidades en el verano de 2014, con el Oviedo en Segunda B y el Sporting en Segunda. El equipo azul afrontaba una temporada ilusionante tras la salvación de Carso y tenía muy reciente la marcha de varios canteranos rumbo al Sporting en los años de penurias deportivas y económicas.

Vallina habló de “injerencias” del Sporting en la cantera azul y Elías prometió responder con la misma moneda si el Sporting se llevaba a algún joven oviedista. Meses después el equipo azul se hizo con los servicios del juvenil Cristian Rivera, que fichó por el Vetusta. La situación se enfrió con el tiempo y ambos clubes llegaron a un acuerdo no escrito por el cual se respetarían los jugadores, algo que, con matices, se ha ido respetando hasta la actualidad. Sí ha habido jugadores que han ido de uno a otro equipo, pero la mayoría pasando por un tercero de por medio o tras haber quedado libre a final de temporada.

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