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El Sporting cuenta desde septiembre con un protocolo para la vuelta de la cantera

En el documento se establecen dos entradas alternativas a Mareo para evitar contactos entre los equipos

Entrenamiento de las categorías inferiores en Mareo

El Sporting cuenta desde el pasado mes de septiembre con un protocolo realizado explícitamente para permitir la vuelta a la actividad de la cantera en la Escuela de Fútbol de Mareo. Un documento que se les hizo llegar a las familias de los jugadores y que recoge las obligaciones y recomendaciones realizadas a los futbolistas y familias respecto a las medidas de seguridad que habrían de cumplir. En este documento se recoge desde las zonas de entrada y salida habilitadas para evitar el contacto entre equipos, hasta el plan de acción en caso de que un jugador presente síntomas de coronavirus.

Un texto que contrasta con lo que ahora defiende el consejo de administración del Sporting, que el pasado lunes, en una rueda de prensa en la que estuvieron presentes los servicios médicos y el consejero Fernando Losada, aseguró que uno de los motivos para mantener la suspensión de la actividad de las categorías inferiores en Mareo era, precisamente, la falta de un protocolo para su reincorporación a la actividad.

El documento, de nueve páginas, es prolijo en sus explicaciones. Incluso cuenta con enlaces a vídeos en los que se determina el trayecto que han de seguir los jugadores desde su entrada a Mareo hasta los campos de entrenamiento para evitar el contacto con el primer equipo y otros conjuntos de la cantera. De hecho, a la entrada habitual a las instalaciones, se suman otras más, las situadas en el Camín de Reganorio y en el Camino de la Marruca para establecer itinerarios seguros.

En el documento se explica que “el cumplimiento de este protocolo y estas propuestas está enfocado a garantizar que la vuelta al fútbol en la Escuela de Fútbol de Mareo se desarrolle de la manera más formativa, profesional y segura” y en él se recoge desde la obligación del uso de la mascarilla en las instalaciones hasta la de mantener la distancia mínima de seguridad.

Además, se explicitaba que “se procederá a la desinfección de las instalaciones con material virucida o con disolución de agua con lejía, con especial atención a pomos, puertas, barandillas”. Igualmente, “habrá cartelería clara y concisa con las pautas de normas de aseo y normas de comportamiento”. En el aspecto más individualizado, se explica que a los jugadores se les tomará la temperatura y tendrán obligación de usar gel hidroalcohólico. Los futbolistas tendrán que seguir los itinerarios marcados y “evitar formar grupos, estando prohibido mezclarse con jugadores de otros equipos”.

Igualmente, “todo el material que se vaya a utilizar para el entrenamiento debe de ser desinfectado antes y después de cada entrenamiento”. Además, “los petos no deben intercambiarse”, con lo que cada jugador tendrá que hacerse cargo del suyo, “lavándolo, con el resto de la ropa, a más de 60 grados”. Los jugadores, así mismo, tendrán que llevar su botella de agua “identificada de forma adecuada”.

El protocolo marca que los vestuarios permanecerán cerrados y que se habilitará una zona para tratar a los jugadores lesionados o con molestias. Igualmente, “si un jugador presenta sintomatología compatible con el coronavirus, tendrá que abandonar la escuela y se le llevará a un espacio apartado”.

El resto de canteras sí entrenan

El protocolo del Sporting es muy similar al puesto en marcha para su cantera por otros clubes que tienen a su primer equipo en el fútbol profesional y que, siempre que las autoridades lo permitiesen, sí que han venido entrenando. Cabe recordar que el Principado, con su decisión de la semana pasada, abre la puerta a la competición en las categorías inferiores, no a sus entrenamientos, que ya estaban permitidos.

Por ejemplo, el Zaragoza, con unas instalaciones similares en extensión a Mareo y que también comparte el primer equipo con la cantera, fue capaz de compartimentar la ciudad deportiva para que todos pudieran entrenar a la vez, con un estricto protocolo para evitar que los equipos se mezclasen y realizando pruebas médicas previas a los jugadores.

También el Villarreal, que nombró a un responsable de control del protocolo covid que estableció hasta seis zonas de llegada distintas para los chavales –evitando así que se mezclen– y cuyos canteranos más pequeños –categorías inferiores a juvenil– llevan un mes ya compitiendo, gracias al visto bueno de la Comunidad Valenciana.

El Atlético de Madrid, por su parte, apenas frenó su actividad pese a estar en una región tan afectada por el covid como es Madrid. Separó a sus equipos en las distintas ciudades deportivas, pero en el Cerro del Espino, que apenas cuenta con cuatro campos, por los nueve que tiene Mareo, conviven el primer equipo, el filial y los juveniles. El Getafe, por su parte, coincide en el grueso de las medidas con el Sporting, como el cierre de los vestuarios o el control de los síntomas que los padres han de hacer en sus domicilios.

El protocolo anticovid en el fútbol base de Primera y Segunda

Sporting de Gijón

Entradas. El club establece dos entradas alternativas al recinto de Mareo, de 112.000 metros cuadrados, por el Camín del Reganorio y el Camino de la Marruca para evitar contactos.

Petos. Los petos no podrán intercambiarse entre jugadores y serán los futbolistas quienes se los lleven a casa para poder lavarlos, siempre a una temperatura superior a los 60 grados.

Virucida. Todo el material utilizado (balones, conos...) se desinfectará antes y después de los entrenamientos con virucida o una solución con agua y lejía.

Vestuarios. Los vestuarios permanecerán cerrados, por lo que los jugadores han de ir cambiados de casa, con un mochila que podrán dejar junto al campo de entrenamiento.

Itinerarios. El club marcó itinerarios de llegada a cada campo desde las dos entradas, remarcando la prohibición de que futbolistas de distintos equipos se reúnan.

Sospechas. Ante cualquier sospecha de contagio, el jugador deberá salir de la instalación y será acompañado a un lugar alejado por un adulto con mascarilla.

Atlético de Madrid

Espacios. El Atlético disgregó la actividad entre las cuatro ciudades deportivas que tiene. La mayor parte de la actividad, en el Cerro del Espino, mucho más pequeño que Mareo.

Acordonado. Los espacios estaban acordonados, de tal forma que los itinerarios de los distintos equipos estaban marcados para evitar que entrasen en contacto entre sí.

Análisis. Se suspendieron las sesiones de análisis de vídeo para evitar las reuniones en espacios cerrados. Los vídeos se enviaban a los jugadores de la cantera colchonera para su visionado en casa.

Villareal

Seis zonas de llegada. El club groguet estableció hasta media docena de zonas de llegada para los diferentes equipos, de tal forma que no se mezclen entre sí.

Charlas al aire libre. El equipo establece en su protocolo que las charlas de los cuerpos técnicos deberán realizarse al aire libre, para facilitar la ventilación, huyendo de los espacios cerrados.

Responsable. El Villarreal designó un responsable de protocolo covid para supervisar que se cumplen todas las medidas: Sebi Holerga, encargado de que se respeten las normas.

Zaragoza

Compartimentar. El club maño compartimentó la ciudad deportiva, de tamaño similar a Mareo, dejando una zona para el primer equipo y otra diferenciada la pa la cantera.

Horarios. Los responsables de cantera ajustaron los horarios de entrenamiento de los equipos para impedir aglomeraciones al inicio o al final de las sesiones en la ciudad deportiva.

Pruebas médicas. Establecieron pruebas médicas más estrictas para determinar si algún jugador sufrió el covid de forma asintomática y si la enfermedad le dejó alguna secuela.

Getafe

Fila de uno. Los jugadores son citados junto al Coliseum, donde guardan las distancias de seguridad y forman en fila de uno hacia la ciudad deportiva, donde entrenan.

Portabotas. Los futbolistas van ya cambiados y con un portabotas. Al llegar al campo, en los espacios marcados con conos, separados entre sí, se calzan para la sesión.

Control en casa. Los padres se han de comprometer a realizar un control en casa de tal forma que si los menores tienen algún síntoma no acudan al entrenamiento.

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